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miércoles, 4 de abril de 2012

De mi nombre

Tengo un nombre, y no es Seidonef, pero está tan cargado de sufrimiento humano de vidas pasadas y de historias que no son la mía. Por eso elegí Seidonef, porque nadie en mi familia humana tiene ese nombre. Por lo tanto, es una manera de romper con los círculos viciosos que se repiten en las familias cómo la mía en las que por generaciones la gente se llama igual. Seidonef es una combinación de los nombres de mis padres celestiales Perséfone y Poseidón. Me gustó. No significa nada y al final es únicamente un nombre. Son sólo letras acomodadas de una manera, que para mí suena bien.
Si le tuviera que inventar un significado, supongo que sería hija del mar y las tinieblas. Admito que esto implica que tengo dos partes una cristalina y alegre cómo las aguas del océano y otra oculta y melancólica cómo las tinieblas del inframundo. Pero ambas igual de profundas y bellas.

lunes, 2 de abril de 2012

Mi camino

Las cosas suceden por una razón y el hecho de que yo sea humana no es casualidad. Sucedió por algo, pero al ser humana y al estar mis poderes bloqueados, estoy bastante perdida en el asunto. Por ello he buscado respuestas en la filosofía moderna, los libros, seminarios de autoayuda y terapias alternativas. En realidad busco la mejor manera de vivir cómo humana. Busco un balance entre mi esencia divina y mi cuerpo humano.
Si mi naturaleza es iluminada, de alguna manera sé que la sabiduría está dentro de mí y sé que también está dentro de mí el poder romper cualquier hechizo que me bloquee. Algún día lo romperé porque a pesar de que podría pensar que estoy determinada por mi pasado, por los errores de los demás. La única que determina mi camino soy yo y siempre hay opciones el chiste está en saber verlas. Mi historia la escribo yo.

viernes, 30 de marzo de 2012

De la brujería

Soy bruja, pero una diferente yo diría que insegura. Cómo humana, en muy pocas ocasiones he podido comprobar el poder de la magia, de mi magia. Pero existe, soy consciente de su existencia, aunque a veces es tan sutil que tengo que escribir  a cerca de ella para validarla, para reafírmala en mi. Porque a menudo, a pesar de que la he comprobado, dudo de su existencia y pierdo todo mi poder.
En mis sueños es más real y funciona.
De todos modos la energía que desprendo y la que persigo de alguna manera, es una energía positiva y enfocada a hacer el bien. A pesar de la mala fama de la hechicería. Yo estoy convencida de que los poderes se deben de usar por y para fines positivos y que todo, lo que negativo y lo positivo, se te regresa tres veces.

miércoles, 28 de marzo de 2012

De mi infancia cómo humana

Siempre hay mucho que contar y tanto que aprende en este mundo. De alguna manera me estoy acostumbrando a vivir en él. Pero mis ánimos suben y bajan cómo toboganes y escaleras. A veces me cuesta sangre sudor y lágrimas salir adelante en un mundo en el que me siento incomprendida, diferente.
Cuando era pequeña quería ser igual a los demás, pero en mi intento acentué más las diferencias y me aislé de los demás. Sí, mi infancia y mi adolescencia no fueron nada sencillas y ahora sé, que yo fui la única responsable al respecto. Pero no fue nada fácil. Me diagnosticaron déficit de atención y dislexia desde muy pequeña y me medicaron. Me sentí siempre un bicho raro y quería a toda costa ser normal ¿pero qué es ser normal de todas maneras? Yo era creativa e imaginativa pero yo sentía que mis padres terrenales y el mundo, no me aceptaban. Me convertí en la chica tímida y retraída que tenía problemas en la escuela y quería que fuera diferente. Supongo que ni yo misma me daba cuenta de que ya era maravillosa, porque cómo dije, mis dones estaban hechizados y la única que tiene el poder de deshechizarlos soy yo. A pesar de que aún no encuentro la manera de hacerlo. Me volví aún mas retraída y la tristeza se hizo conmigo.
Ahora acepto que soy diferente y no sólo eso, ahora lo celebro, de alguna manera. De todos modos aún continúo buscando la manera de liberarme de las cadenas invisibles que encadenan mis dones en mi interior. Quiero romper el hechizo y ser libre. Pero, a pesar de que el camino es largo y hay muchos obstáculos, mi historia aún no tiene final.

martes, 27 de marzo de 2012


A veces necesito evadirme del mundo e ir a escuchar el mar. Él  siempre está allí, para escucharme. Frecuentemente, la vida humana me ahoga. Entonces busco un lugar tranquilo en la playa y trato de hablar con él. En ocasiones también lo escucho. Pero cuando estoy agobiada la que habla suelo ser yo. Hasta que me calmo . Es que no es fácil ser una bruja sirena encerrada en un cuerpo humano. La vida laboral no fue hecha para un ser acuático y etéreo cómo yo. Necesito crear y sentirme libre, pero cómo ya dije antes mis dones están encerrados en mi por un hechizo y aún no logro romperlo.

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lunes, 26 de marzo de 2012

Atrapada

Vivo encerrada entre 2 mundos

De mis características cómo siena

Cómo ya lo he dicho antes, tengo una parte de sirena. Soy hija de las profundidades del océano. Cómo sirena tengo algunas peculiaridades. Tengo una voz hermosa y soy capaz de cantar las más dulces melodías. Pero debido al hechizo de Hades no puedo compartir este don libremente. Está encerrado en mi interior y si logro expresarlo, alguna vez, suceden cosas de las cuales me arrepiento. Por lo tanto he optado por compartirlo únicamente con mi familia humana cercana, que son con los únicos con los que no pasa nada. También soy una excelente nadadora pero me pasa lo mismo que con la voz este don también está encerrado y estoy condenada a no poder usarlo. Simplemente no tengo oportunidades de nadar. Es algo difícil de explicar pero simplemente no puedo hacerlo. Vivo cerca del océano pero no suelo ir, es como si estuviera hechizada para no hacerlo y cuando tengo planes de nadar siempre surge algo urgente que me lo impide.  Las pocas veces que tengo la chance de entrar en el agua lo aprovecho aunque suele ser muy corto.
Cómo sirena me cuesta respirar el aire de este mundo y a veces me ahogo en algunas situaciones que me disgustan. Sobre todo sufro mucho al  no poder usar mis dones, entonces se me cierra la garganta y la sensación es espantosa. Eso sucede a menudo, ya que me encuentro en un mundo  demandante que no me entiende, que me exige y me ahoga de muchas maneras.
Lo que me calma es escuchar al océano y al viento, que me cuentan historias. Pero vivo prisionera de mi misma en esta tierra a la cual pertenezco solo a medias. A veces quiero pensar que es por obligación aunque una parte de mí también cree que es por elección.