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jueves, 29 de noviembre de 2012

Mi responsabilidad

Ya sé que tiene siglos que no escribía nada. Y la razón es que me metí a participar en un grupo de teatro musical. No sé si es eso, o que estoy tratando de dejar de culpar a los demás y sobre todo a mis padres de mi situación. El caso es que estoy bien, a pesar de estar en un trabajo al que no le encuentro el sentido, ahora hago algo que me encanta, que es el teatro musical y eso llena mi vida de momento y me da una razón para seguir. No me deja tiempo para lamentarme y quejarme.
Sigo escribiendo, pero ahora estoy escribiendo otro tipo de novela más realista  y me doy cuenta de que en cuanto empiezas a hacer cosas que te gustan la fama y el reconocimiento cobran menos  importancia. Sí,  me sigue fastidiando en alguna medida mi trabajo. Pero ahora le veo utilidad, al menos me sirve para pagarme las clases de teatro, de danza y de música. Las correcciones de mis manuscritos y alguno que otro viaje.
No me puedo quejar así que hoy escribo, pero no para quejarme y hasta estoy pensando cambiar el color del blog. Aunque el negro me sigue pareciendo apropiado.
En fin no sé si alguien me lea. Pero si alguien lo hace ¡¡¡Gracias!!!

martes, 18 de septiembre de 2012

Déficit de atención

Ayer estaba viendo un programa que en Barcelona es muy popular y  serio. Se llama “30 Minuts” y siempre tocan temas de actualidad.  Esta vez la trama eran los niños con déficit de atención y dislexia. Lo que me pareció terrible, fue la forma en la que abordaron el “problema” diciendo que se había de  descubrir, diagnosticar, y desde luego medicar a estos niños “problemáticos”.
 En primera  me parece que vamos cómo veinte años atrasados, en relación con varios países en los que se ha visto los efectos negativos de este tipo de medicación.  En concreto del Ritalín, aunque hay muchos otros medicamentos  similares igual de nocivos,  ya en muchos  países se evita drogar a los niños.
Lo que pasa, es que el problema en realidad  son los padres intolerantes, con poco tiempo y menos información, las escuelas inflexibles que crean ladrillos autómatas en la pared en vez de personas, la sociedad consumista  y desde luego las farmacéuticas avariciosas.
Habría que ser más consientes y darnos cuenta que no todos los niños son iguales y no todos sirven para lo mismo. Pero muchas escuelas pretenden crear autómatas que se estén quietos en clase, que hagan exactamente lo que se les dice y que no le den problemas a los profesores.  Los padres no tienen tiempo suficiente para  sus hijos y los niños pasan muchas horas en el colegio. En comparación con otros países, España es uno de los que más tiempo están los niños en el colegio. Pasan entre ocho y diez horas en el las instalaciones educativas. Sí, desde luego que tienen menos horas lectivas que eso, de cuatro a cinco más o menos. Pero mi punto es que pasan demasiadas horas fuera de casa. Los profesores quieren niños que se estén quietos, sentados y atentos. Si el niño se sale de esos parámetros, les da problemas. Entonces no les va bien tener un niño así en su aula.  Y cómo no, hay una pastillita que es una droga, ni más ni menos, que los atonta y hace que durante varias horas, se puedan estar tranquilos en un mismo lugar.
Lo que no se dan cuenta, es que más que una solución, es un problema. El Ritalín inhibe el cerebro. Tapa ciertos neurotransmisores y es peligroso. Hay casos en los que ha provocado la muerte de quien lo consume. Aunque lo normal es que te quite el apetito y te haga sentir más cansado y apático que de costumbre, lo sé porque a mí me la dieron de pequeña. El daño en realidad para la mayoría de las personas es a largo plazo. Crea adicción y es una sustancia que tu cuerpo definitivamente no necesita. No es cómo una vacuna, que si te la ponen evita que te enfermes, o cómo un antídoto que te cura de alguna bacteria. El Ritalín no cura nada, únicamente te droga y te deja atontado por varias horas. Ya en otra entrada en este blog hablo de lo nociva y peligrosa que es esta droga. Lo adjunto por si a alguien le interesa.
De hecho creo que esta sociedad abusa de las pastillas y las drogas. Estoy de acuerdo en que la medicina ha avanzado y hay que aprovecharla, pero muchas de las pastillas que tomamos son basura química que metemos en nuestro cuerpo y que más que beneficiarnos nos hace daño a la larga.
En mi opinión todo esto del TDAH es un invento de las farmacéuticas para catalogar a niños que tienen otras aptitudes que las de estudiar y así poder vender sus drogas. No sé si muchos padres saben, que el Ritalín está catalogado igual que la cocaína.  Pero esto no lo dice ni el médico ni la prescripción.
Lo que pasa es que me doy cuenta que para muchos padres el que diagnostiquen a sus hijos con déficit de atención, es un gran alivio. Muchos padres al decirles que su hijo tiene una "enfermedad" descanzan. Porque es cómo darle una justificación. Entonces sus hijos no son ni tontos, ni malos, simplemente están enfermos. Pero si profundizaran se darían cuenta de que no son ni tontos, ni malos y que tampoco están enfermos, que son simplemente diferentes a los demás y que si tuvieran un ambiente apropiado, podrían desarrollarse plenamente. Pero las instituciones los rechazan y los marcan por esta diferencia. Y eso es un problema porque nos han enseñado siempre, que la educación escolar es lo más importante, cuando en realidad el sistema educativo está anticuado y no es apto para todos. No son los niños los que no son capaces. Es la educación cerrada de las escuelas la que no se adapta a todos los niños.
El problema es que no hay muchas escuelas alternativas y las que hay suelen ser privadas y caras. Para una familia de clase media normal, en la que ambos padres trabajan, lo más sencillo es llevar a sus hijos al colegio público que les quede cerca. Porque es lo más cómodo  y barato. Lo que pasa es que no es lo más adecuado para ciertos niños que son más inquietos y necesitan otro  tipo de educación. Muchas veces los profesores y las instituciones amenazan con que si no se medica al niño lo echarán de la escuela. El panorama es bastante desalentador.
¿La alternativa?
La educación en casa es primordial, pasar tiempo con los niños. Sí, la sociedad nos obliga a llevaros a la escuela y no nos da muchas opciones. Pero si  nos tomamos el tiempo para estar con ellos, de educarlos, escucharlos, quizás que vuelvan a comer a casa. Les damos su espacio y los respetamos, puede que respondan mejor que con gritos, violencia e indiferencia. El tener tiempo  para dedicarles y darles  la libertad que necesitan, para jugar, crear y desarrollarse. Darles una buena alimentación,  que es esencial para el buen desarrollo de cualquier ser humano. A veces un buen psicólogo ayuda bastante.
Pero sobre todo estar atentos, porque los niños que tienen otras aptitudes, quizás no sirvan para estar muchas horas sentados en un aula. Pero pueden tener dones maravillosos que podríamos no estar considerando y peor aún inhibiendo con drogas y actitudes negativas y ese genio en potencia podría convertirse en algo  muy negativo, por no haberle dedicado  suficiente tiempo y amor. Cualquier alternativa positiva, es mejor que drogar a nuestros niños.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Spam de visitas en mi blog

Ayer descubrí que la persona que se mete desde Rusia a mi blog, en realidad no es una persona. Que es un virus, un error,  o un bug del sistema. Lo descubrí, porque me metí en la página desde la cual recibo la mayoría de las visitas a ,  se ve, que se mete en todos los blogs y genera spam. Lo más triste es que casi todas las visitas que he recibido son de este error que se contabiliza cómo si alguien entrara en tu blog, pero en realidad no lo hace.

Esto  mismo les pasa a muchas otras personas con Blogspot y el chico del video dice que no es el responsable y que más bien es un error del sistema que genera estas visitas fantasmas a todos los blogs de la web o al menos a todos los de blogspot.

Dejo aquí también el video en el que él explica que no sabe cómo sucede esto y se disculpa con los afectados.  youtube.com/watch?v=IFM90sBvCC­o&list=UUVdtW2E4vwvf8yh4FY5us9­A&index=0&feature=plcp

En fin que mi blog no tiene tantas visitas cómo yo creía. Pero bueno al menos hay que verlo por el lado positivo. Durante un tiempo creí que tenía gente leyéndome en Rusia y eso quieras que no te sube la moral. Al menos hasta que te das cuenta que no es verdad.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Posterous

Hoy la verdad es que estoy teniendo un día de esos pesados y difíciles. Pero este sitio http://posterous.com me ha animado bastante.

Es un sitio desde dónde puedes sincronizar todas tus páginas, facebook, Twiter, blog etc y ordenarlo todo. Y ya que sigo ordenando mi vida, pues me ha venido bastante bien. Estoy encantada de haberlo encontradoy poder sincronizar todas mis cuentas.

En esta página viene la explicación de cómo se hace.

martes, 4 de septiembre de 2012

Orden y limpieza



He decidido hacer orden y limpieza en mi vida. Pero, debido a que el orden mental es un poco más difícil de conseguir. Voy a empezar con las cosas materiales.

A lo largo de la vida vamos acumulando miles de cosas que luego no nos sirven o no usamos. Dicen que también vamos acumulando ideas y conceptos, que algunos, llaman basura emocional. Lo que pasa es que para mí es más fácil deshacerme de lo tangible, que de los pensamientos que me sobran. Porque en realidad muchas veces, ni siquiera, soy consciente de que me sobran.

Pero lo material sí que me doy cuenta que me estorba y que alguien más lo podría utilizar. Hay cosas que son basura, no hay duda. Pero muchas otras, que están en buen estado, se pueden reutilizar.

Para empezar, removí todo lo que tenía en armarios, cajones y libreros y me quedó la casa más desordenada de lo que estaba. Pero poco a poco voy a ir separando las cosas que utilizo, la que no utilizo pero pueden ser utilizadas por otros y la basura, que hay que reciclarla.

Encontré estas dos páginas:

                 ·
http://www.reutilizadme.com/

Aquí puedes ofrecer todo lo que no te sirve que le podría servir a otros.

                · http://www.bookcrossing-spain.com/

Esta página me encantó, porque es cómo un juego. Tú dejas los libros que ya hayas leído libres, en un parque, un banco o una estación de tren. Primero los registras, les pones una etiqueta y si alguien los encuentra, te puede poner un comentario. Y lo mejor es que mis libros podrían viajar por el mundo y no estarán llenándose de polvo en el librero.

Me doy a mi misma un mes para deshacerme con conciencia de lo que no utilizo. En un mes volveré a escribir para compartir mis reflexiones al respecto.

viernes, 31 de agosto de 2012

Equilibrio



Me gusta la casa de la playa, es mi refugio. Es ese sitio en mi mente, al que puedo ir siempre que lo necesito y aunque haya tormenta, allí está ella y siempre me recibe, llegue en el estado que llegue. Con las dudas con heridas en el alma o en la piel y ella es la única que sabe cómo curarlas de verdad, y lo que significan. Allí puedo ser yo misma sin ataduras. Soy libre y estoy a salvo de todo. Allí nada ni nadie puede dañarme.

¿El miedo? Si, supongo que el miedo es parte de mí y no es algo negativo necesariamente. El miedo en su justa medida puede resultar bastante positivo. Pero, cómo todo en esta vida, tienes que encontrar el balance. Sin miedo seguramente la humanidad se acabaría. Ya que el temerle a la muerte nos mantiene vivos.

Y esto del balance, me confronta bastante, porque no es fácil, me choca. Pero es una de esas reglas universales que hay que seguir quieras o no. Y si no lo haces, tú misma. Si, tú misma, sabes que no puede ir bien, porque aunque no lo entiendo a la perfección, sé que todo tiene su justa medida y para que las cosas vayan bien, el encontrar el equilibrio es necesario. Esto te obliga a estar siempre alerta a reflexionar, a pensar y a veces da bastante trabajo hacerlo.

Es cómo cuando conoces a un chico, la mayoría de las veces se llega a un punto en que hay que conciliar ciertas cosas; ya sea si estás demasiado presente, que él te llega a alucinar. O tal vez, estás demasiado ausente y entonces él se va con otra, porque cree que tú no estás interesada. O puede ser que estés tan enganchada de él, que deje de un lado a las amigas y ellas te lo reclamen. Y al revés, que tus amigas te absorban de tal manera, que él se sienta abandonado. Aunque parezca vano el ejemplo, no lo es y en toda relación sea cual sea, llega un punto en el que si no se llega a equilibrar las cosas vas cómo en una montaña rusa de emociones que ya no sabes cómo parar.

Con los padres para llegar a una relación sana en la que no haya sumisión o represión y tiranos de cualquiera de las dos partes, también se tiene que llegar a un consenso. Y no hay una receta y lo que funciona para unos no funciona para otros y cada cabeza es un mundo. Lo peor es que hasta el control hay que balancearlo, no se puede controlar y estar en tensión por todo, hay que fluir pero entonces tampoco hay que dejarse llevar demasiado por las situaciones porque entonces te pierdes.

Esto es una de las verdades que me ha enseñado la vida. Aún no sé cómo enfrentarla. Porque cómo dije, es una regla que aún no comprendo del todo. Y sí, yo creo que las reglas son para saltárselas, para romperlas, pero únicamente puedes hacerlo cuando la conoces y definitivamente no es mi caso. Además hay tantas áreas en la vida y en todas tiene que existir el dichoso balance que no se hace nada fácil. Cabe mencionar que en algunas áreas lo llevo mejor que en otras, si no me volvería loca pero lo de equilibrar las emociones aún no se me acaba de dar del todo.

Dicen que meditar ayuda, pero tampoco sé meditar, o al menos, no cómo los iluminados y aún no he encontrado al maestro que me enseñe a hacerlo. Así que hasta que aprenda y meta a mis emociones en cintura seguiré en mi rollercoaseter emocional personal.

miércoles, 29 de agosto de 2012

De las várices

Las tiene mi madre y se supone que yo las heredé. La verdad es que nunca las he tenido tan marcadas cómo ella. Pero tampoco me gusta tenerlas, porque las várices han marcado su vida. Siempre tiene que llevar unas incómodas y antiestéticas pantimedias elásticas especiales que según esto, hacen que le circule la sangre. Se inyectó de joven para matar las venas y mejorar su aspecto. Pero le salieron más, aparte de contarme que las inyecciones eran especialmente caras y dolorosas. Además no acaban con el problema. Al inyectarlas, secan la vena y evitan que se vea. Pero entonces le comenzaron a salir venitas varicosas por otros lugares, agravando más el problema. Al tener que llevar las medias siempre, pasa mucho calor y eso es pésimo para la circulación, además de que llevar pantimedias ajustadas, puede ser un alivio temporal para sus piernas, pero a la larga también hacen más grave el problema. Ahora se ha vuelto esclava de las pantimedias. Si un día no se las pone, lo pasa muy mal y se siente muy molesta.

Louis Hay en su libro “Tu puedes sanar tu vida” dice que ninguna enfermedad es hereditaria, pero que si estás predispuesta a que te de, o repites los mismos patrones que tus padres serás más propensa a tener la enfermedades que se dicen hereditarias. De las varices específicamente dice que el que las padece “Está en una situación que le disgusta. Desánimo. Sensación de exceso de responsabilidad y de trabajo.” Ella propone sanar el cuerpo a través de afirmaciones positivas y para esta situación en concreto propone la siguiente frase. “Me encuentro en la verdad y vivo y actúo con alegría. Amo la vida y circulo libremente.”

Yo definitivamente me encuentro en una situación laboral que me desagrada. Y sí, hice las afirmaciones un par de veces, pero no es cómo las palabras mágicas que hacen que las varices desaparezcan milagrosamente. Puede que parte de mi lo deseara, pero no fue así. No sé si hay que hacerlas toda la vida obsesivamente cómo disco rayado. Una vez fui a un seminario y me dijeron que la manera correcta de hacer las afirmaciones era escribirlas en una libreta 30 veces al día durante un mes. Pero que en la hoja izquierda de la libreta tenías que poner la afirmación y en la parte derecha lo primero que te viniera a la cabeza al escribirla. De esta manera tendría dos páginas, en una, la afirmación y en la siguiente tus reflexiones e ideas de la afirmación.

Lo hice y he de confesar que no fue un mes, fueron 2 semanas. Pero no le vi mucho sentido a hacerlo; me quitaba tiempo, me dolía la muñeca al hacerlas y me sentía cómo cuando era niña y mis padres me ponían a hacer líneas de “debo ser buena” . Tal vez tendría que hacerlo de verdad por un mes para ver si de verdad funciona o simplemente es un gasto de tinta papel y tiempo (cómo creo que es). Lo haré y el próximo mes haré otra entrada, diciendo si me ha funcionado o no.

Lo que sí he cambiado en mi vida para mejorar la circulación de mis piernas es lo siguiente:


1) Ahora me visto de forma más cómoda. Me di cuenta de que muchos pantalones me apretaban de la parte de detrás de la rodilla, en la articulación por lo cual me deshice de todos los pantalones que me rozaran. Opte por ponerme mayas cómodas faldas y leggins de algodón. Sobretodo ninguna prenda que me apartara o que me hiciera sentir incómoda. Obviamente los zapatos que uso de diario son bajos y anatómicos, que me sostienen y se ajustan bien al pie. Nada de cinturones ni telas sintéticas.
El cambio de guardarropas lo fui haciendo poco a poco y en mi armario ya casi no quedan prendas ajustadas, sobretodo de las piernas. Sí, conservo algunos pantalones formales que no son lo más cómodo que hay, pero van muy bien para entrevistas de trabajo y esas cosas a las que hay que ir más formales.

2) Intento comer lo más sanamente posible. Desayuno avena con soja y frutos secos. A media mañana me tomo una tortitas de arroz biológicas. En la comida procuro siempre tener ensalada y alguna plancha, de preferencia pescado o carne blanca. Por eso de las proteínas. De cenar procuro que no sea muy copiosas las cenas, porque además de todo tengo reflujo. Por lo general una pieza de pescado o sushi, que me encanta, y un yogurt.

3) Intento tomar agua todo el día. Tengo una compañera de trabajo con la que hemos hecho un pacto. Cada vez que ella o yo nos acordemos de beber le decimos a la otra y de esta manera bebemos más cada día.

4) Tomo al menos una vez al día una infusión de cola de caballo. Por lo general a media mañana con las tortitas de arroz. La infusión que más me gusta es la de Hornimans que se llama infudren. El sabor es muy bueno. La tomo sin azúcar y aún asé el sabor es buenísimo y se supone que ayuda a la circulación, aunque definitivamente no es mágica.

5) Cuando llego a casa pongo las piernas en alto y les hago un masaje con alguna crema especial. He probado varias pero las que más me gustan son la de algas marinas de Goicochea y el aceite de abedul de Weleda. Esto es lo que me cuesta más trabajo hacer, pero lo he introducido en mi rutina poco a poco. Ahora ya es tan rutinario que ya no se me olvida.

He hecho seguido estas pautas a lo largo de un año y a pesar de que no puedo decir que hayan desaparecido del todo, pero sí definitivamente no me han salido nuevas y las que tenía sí que se han disminuido. Sobretodo ya no tengo tanta pesadez cómo antes en las piernas, las siento más ligeras.

En cuanto haya probado si las afirmaciones hechas a diario durante un mes funcionan, o no, lo pondré.

martes, 28 de agosto de 2012

La negatividad

Definitivamente hay días en lo que estamos más desanimados y en los que todo parece que va mal. En estos días, me pasa que todo parece más difícil y mis metas se ven cada vez más lejanas. Veo cómo pasa el tiempo y mis objetivos siguen sin cumplirse.  En esos momentos, me gustaría poder decir “me rindo, ya no juego más”. Pero a la vez, me pregunto ¿eso que implicaría? ¿morirse? No quiero morirme. Además también tengo días  muy buenos. Pero esos, que son tan negativos, todo lo veo negro y me parece que el destino me la juega mal y que no avanzo. Pero tampoco sé cómo cambiar mi situación. Se que “hay que ser positivos”¿ Pero qué significa eso? ¿Qué tengo que aceptar y amar lo que me desagrada, en lo que estoy metida, para poder prosperar? ¿Resignarme y ver con buenos ojos lo que me aprisiona? El sitio donde yo me he aprisionado, que no me decido a dejar. Porque tampoco tengo nada más y si lo dejo, volvería a lo mismo. Sí, a veces me ahoga mi trabajo.
Además cuando tengo uno de esos días me hago más preguntas que se costumbre, ¿aunque no me guste lo que tengo, lo tengo que amar para poder tener lo que quiero?

Se supone que un trabajo no te da la felicidad, ni una pareja, ni tener dinero, ni nada material. Se supone, que la felicidad está dentro de ti. Estas son cómo leyes universales, que las han repetido los seres humanos desde el inicio de los tiempo y algo tienen de verdad en ellas. Aunque a veces me molesta un montón tener que regirme con estas.
El caso es que aunque sé que nada externo me daría la felicidad, creo que estaría más tranquila y podría buscar la felicidad con más calma si no detestara tanto la actividad que realizo durante muchas horas, día tras día. Luego, me doy cuenta de que yo misma lo he escogido y que también tiene sus ventajas. Pero cuando tengo un mal día , me ofusco y no veo esto.

Cuando estoy de negativa me juzgo peor y me condeno a mí misma. Únicamente veo cómo a mi alrededor todo el mundo cumple sus sueños y yo sigo en las mismas. No les tengo envidia a estas personas. El que los demás logren sus objetivos, no impide que yo cumpla los míos. Pero me hace sentir muy mal a cerca de mí misma. Porque gente que comenzó conmigo y que tenía las mismas posibilidades que yo, ha triunfado en el ámbito laboral. Y yo siento que todo lo que hago, ha sido en vano y que nada tiene sentido y si pienso por un instante en resignarme y dejar de luchar por mis objetivos. La vida entonces carece de sentido.

Lo único que puedo hacer es seguir adelante, supongo, porque cómo dije también tengo días buenos. Y aunque hoy precisamente tengo uno malo. Mañana puede ser diferente.

jueves, 9 de agosto de 2012

Devastados (cuento)

Cuando las tinieblas se apoderaron de todo, únicamente quedó un sitio donde refugiarse. La casa al lado de la playa. La tormenta ya había pasado dejando todo devastado. Aunque la casa aún se erguía cómo si fuera imposible derrumbarla, a pesar de toda la destrucción que había alrededor. Dentro de la casa estaban los cuatro egos.
Mandy estaba apoyada  graciosamente al lado de uno de los ventanales, miraba al infinito, sin ver en realidad nada, con la mirada perdida en las estrellas. Su larga cabellera rubia acariciaba su espalda, mientras ella se recreaba en sus ensoñaciones. Siempre hermosa con su vestidito vaporoso, color coral.  Por otro lado Luccia, la otra chica, estaba sentada en los brazos un sillón blanco. Su vestido gótico, era negro, se ceñía a ella marcando su frágil y delgada figura. Éste, hacía juego con sus cabellos que enmarcaban la blancura de su rostro, únicamente ensuciado por el rimel que se había corrido por las lágrimas. Claud Laurant, el más joven, siempre rígido  y serio, permanecía de pie a su lado, vestía un traje elegante y frío color gris. Su expresión, al igual que su cuerpo estaban tensos y llevaba un libro en la mano. A veces parecía que lo estaba leyendo, pero a pesar de que estaba mirándolo fijamente no había leído una sola palabra. En el centro de la sala,  Eduardo  estaba desparramado en un sofá, comiendo  frituras de un plato hondo. Sus enormes músculos, quedaban disimulados bajo su camisa era color lila. Los pantalones eran negros, no llevaba corbata y la chaqueta estaba colgada en el respaldo de una de las sillas.
Todos lo sentían, aunque cada uno a su manera; había terminado una era y ahora las cartas estaban echadas, la suerte se había decantado y el futuro se hacía presente en esa elegante estancia de  grandes ventanales redondeados y muebles modernos, majestuosos.
Luccia lloraba, no podía evitarlo, era su naturaleza, casi siempre era presa de la melancolía. Ocultaba su cara de los demás, pero todos sabían que ella lloraba. Claud no quería mirarla, porque le recordaba el dolor que también era suyo. Por eso, de alguna manera reprobaba su actitud. Eduardo seguía mordiendo sus golosinas ansiosamente. Estaba  casi recostado en el cómodo sillón, ya le había dicho un par de palabras de aliento a Lucy, por ser la más sensible. Pero de todos modos, los cuatro, estaban en la misma situación, por lo tanto, llorar  y lamentarse, no servía de nada. Cada uno lo sufría a su manera. Mandy se evadía en su mundo, miraba por la ventana a las estrellas que se reflejaban en sus hermosos ojos. Eduardo comía apresuradamente, cómo si en el comer estuviera la solución a sus problemas y Claude fingía leer mientras le daba vueltas en su cabeza a la situación.
—¿Y bien? ¿a dónde vamos ahora?— Pregunto Claude, rompiendo el silencio. Él era el más racional de los cuatro.
—¿Importa? preguntó  Mandy, vagamente, sin volter a verlo, mirando al infinito y a los cientos de estrellas que se asomaban por la ventana.
—Por supuesto que importa necesitamos estar bien, necesitamos tener un plan.
—Estamos bien— dijo Eduardo
—No, no estamos bien— dijo Lucy —y Mandy menos que nadie. —sollozó.
—Sí, puede ser—replicó la rubia— pero estoy resignada y además hay siempre esperanza.
— Es verdad, no es el fin del mundo— dijo Eduardo y se llevó otra fritura a la boca.
—No, pero sí que algo ha muerto y necesitamos retomar­— dijo Claud muy serio— ¿Lucy llorarás toda la noche? —le reprochó a la que estaba sentada a su lado que no paraba de sollozar en silencio.
—No— Respondió ella, pero las lágrimas aún resbalaban por sus blancas mejillas.
—Por favor no llores—dijo Claud turbado.
—No puedo evitarlo, me siento muy desamparada, he perdido toda la esperanza. El hechizo…
—El hechizo no se ha roto aún—dijo él tajante—todos lo sabemos, no sabemos cómo romperlo, ni siquiera  sabemos si algún día lo romperemos.
—No, pero pareciera como si ya todo estuviera perdido­—dijo Lucy sollozando
—Pero no lo está— dijo Mandy por primera vez mirando a los demás­— nos tenemos a nosotros y aún podemos crear, aún podemos fluir.
—¿Hacia dónde?—Preguntó Lucy con una nota de desesperación.
—No lo sé— respondió Claud derrotado. Dejándose caer al lado de ella en el mismo sillón
—No Claude, tú tienes que ser fuerte, todos necesitamos estar fuertes—dijo Mandy
—Además, lo único que no tenemos es reconocimiento— dijo Edi
—Ni libertad­—dijo Mandy
—La libertad es relativa—dijo Claud  con soberbia
—¿Y el reconocimiento?—Preguntó Mandy
Claud se quedó callado por un momento y luego continuó—Necesitamos seguir, pero no está claro por dónde.
—Si, pero además estamos cansados  y hartos de que no suceda nada— dijo Mandy— Es siempre la misma historia yo ya me cansé de luchar contra todo. Si esto es lo que fluye quedémonos aquí.
—Bien sabes que en cualquier momento, si te acomodas, las cosas pueden cambiar. —dijo Claude llevándose las manos a la cabeza—Es parte del hechizo, lo sabemos todos.
—Si, pero tampoco podemos hacer nada ¿verdad? —le replicó la rubia
Luccia lloraba otra vez.
—Lucy, por favor— dijo Claude disgustado.
—No, no me pidas que lo deje, —dijo ella histérica, levantándose del brazo del sillón  donde estaba sentada—somos títeres del destino, la vida juega con nosotros, cómo se le da la gana. Y tú me pides que deje de llorar.
—Estoy tratando de ser realista —dijo él con voz un poco más dulce para que se  tranquilizara.
—Pues estás siendo pesimista — dijo Mandy abrazando a Lucy, que era la más sensible.
—Vamos, chicas, no quise…
—Claude tú siempre nos lastimas— dijo Lucy entre sollozos.
—Pero es que no ven la realidad. —Se defendió él
—Si la vemos pero nos gustaría ser felices —dijo Mandy con la mirada encendida y actitud de reproche.
—¿Cuándo va a terminar todo esto?—dijo Eduardo dejando el plato vació sobre la mesa.
—No lo sé pero si nos peleamos no lograremos nada— lo miró Lucy aún con lagrimas en los ojos.
—Claude— dijo Mandy acercándose a él y tomando su mano—todos te queremos, y todos queremos salir de esta, pero hasta ahora no hemos llegado a nada, quizás tendríamos que cambiar la estrategia y dejar de luchar.
El corazón de Luccia se paralizó al oír estas palabras, dejó de llorar y por un momento se pasmaron todos.
—¿Rendirnos?—preguntó Claude indignado
—No es rendirnos, es aprovechar lo que si fluye para ver a donde nos lleva. —dijo la rubia.
—¿Y si nos lleva a la perdición?
—Ya estamos perdidos cariño ¿qué más  podemos hacer? —dijo Mandy con ternura, mirándolo a los ojos cariñosamente.
—No lo sé, pero es que rendirse me suena tan… cómo algo muy difícil y cobarde. Al menos si luchamos, morimos intentándolo.
—Pero ya hemos luchado y no conseguimos nada, ni siquiera morimos y estamos aquí agonizando. — dijo Lucy desesperada
—Quizás no lo hemos hecho bien, quizás habría que intentar nuevas estrategias. —dijo el chico paseando de un lado a otro de la sala sin poderse quedar quieto, con ansiedad.
—Claude— dijo Mandy deteniéndolo con cariño—bien sabes que hemos hecho todo lo que hemos podido, no seas tan duro con nosotros. El hechizo y la energía no nos favorecen. Hasta tu sabes que eso es verdad.
—Lo sé, —dijo él desesperado— no lo comprendo, pero en algún punto sé que lo que dices es verdad. ¿Pero a dónde crees que nos llevará la resignación?
—Al menos si no nos lleva a nada evitaremos el desgaste.
—Sufriremos igual, el tiempo pasa y nunca perdona yo preferiría morir luchando.
—¿Contra qué? — le preguntó Mandy
—¿Contra el tiempo? —  le preguntó Eduardo
—¿Contra nosotros? — le preguntó Lucy
—Si aceptáramos el fracaso y nos rindiéramos ¿que quedaría de nosotros? — dijo Claude desesperado soltando su mano de la de Mandy.
—Y si lo enfocáramos de otra manera.— dijo Mandy retomando  su mano— No podemos triunfar cómo nos gustaría y no tenemos el permiso total de hacerlo. El hechizo es muy poderoso y no hemos sido capaces de vencerlo hasta ahora.
—Pero ¿si hiciéramos lo que queremos a pesar del hechizo? —Dijo Eduardo
—¿Sin reconocimiento?, ¿sin permiso? —Pregunto Claude indignado
—Si, exacto—replicó la rubia
—Entonces ganaría ella— dijo él enojado refiriéndose a la hechicera que los había sumido en el hechizo que los atormentaba.
—No, ella ya perdió. Ya nos perdió— dijo Mandy, todo su cuerpo se erizó al decirlo.
—Pero el hechizo continúa— dijo Lucy su cuerpo también vibraba con estas palabras.
—Puede ser, pero creo, que en eso estamos de acuerdo, hemos logrado desterrar a la hechicera de nuestras vidas. Sus palabras ya no nos pueden hacer daño. —dijo Mandy mirando a los demás, cómo tratando de convencerlos o tal vez convencerse a sí misma.
—Pero seguimos hablando de ella, seguimos pensando en ella y continúa estando presente de más de una manera. Su hechizo sigue estando presente. —dijo Lucy, que quería volver a llorar, pero se contenía por los demás. Sobre todo Por Claude que era el más duro.
—Pero ella ya no está, y si sigue estando presente, eso sí que es algo que deberíamos de hacer, limpiar este lugar de su presencia. Sacarla su esencia de aquí hasta que nunca más volvamos a hablar de ella. —Mandy hablaba con pasión, estaba intentado mantener alto el espíritu porque no podía permitir que la esperanza también muriera con todo lo que ya se había desvanecido en su mundo.
—Pero nunca estará del todo fuera si su hechizo nos sigue afectando.—dijo Lucy
—Volvemos a lo mismo.—dijo Claude que cada vez se veía más desesperado— Aunque ella dejara de existir si su hechizo sigue en nosotros, seguiremos afectados.
—Sí, pero no creo que vuelva, —dijo Mandy— el hechizo que le pusimos nosotros, no la dejará volver.
—¿Estás segura de que fuimos nosotros? —dudó Claude que era el que menos confiaba en la magia.
—Tenemos que confiar en nuestro poder. —le respondió ella.
—¿Qué me dices del brujo? —Preguntó él, ambiguo.
—No lo sé, creo que es tan poderoso como ella, pero pareciera cómo que no le importamos,  el hechizo que hicimos lo incluye y haremos otro para liberarnos de su poder, si es que nos está afectando sin darnos cuenta, al igual que ella. Tengo la intuición de que el brujo por muy distante que parezca de todo esto, también nos está perjudicando, aunque en principio no sea tan evidente cómo la bruja.
—Entonces no nos vamos a rendir. Lo del brujo sigue en pie. —dijo Claude abrazando con alegría a la rubia.
—Si, por supuesto— dijo ella sorprendida.
—¿Tú qué dices Lucy? —preguntó Claude con seriedad
—Sí, creo que tenemos que hacer ese hechizo, pero tenemos que esperar y ver la mejor manera de hacerlo y que la luna y la corriente lo favorezcan.
—¿ Y tu Edi?
—Sí, —replicó el chico— creo que nos beneficiaría a todos, y no hay que perder la esperanza, tal vez este nuevo hechizo, podría romper una parte del maleficio que nos pesa.
—Tal vez—dijo Claude con un poco de esperanza en la voz. —¿Qué, es lo único seguro que tenemos? —preguntó a los demás.
—Que vamos a seguir, que no vamos a ir en contra de la corriente y que intentaremos protegernos de los hechiceros. —enumeró Mandy.
—¡No! —Protestó Lucy— también intentaremos desbloquear la música.
—¿Y si no funciona? —Dijo Claude con pesimismo
—Funcionará— dijo Mandy
—¿Cómo lo sabes?— dijo Lucy
—Tiene que funcionar.
—Sabes que si no funciona caeremos— dijo Lucy
—Si pero no se puede vivir con miedo. Claude quiere morir luchando y tú vas a sufrir de todas maneras. —dijo Mandy con energía.
—Todos vamos a sufrir— dijo Lucy
—Si— asintió Eduardo—Pero Mandy tiene razón, — continuó— hay que tratar de fluir, ir por dónde nos favorezca la energía.
—¿Y si no nos favorece en ese aspecto? Pregunto Luccia
—Al menos lo habremos intentado— le contestó el
—Seremos más fuertes si vamos todos hacia algo en común, por pequeño que sea— dijo Claude
—Si, es verdad— dijo Mandy poniéndose de su lado
—Lo sé— dijo Edi
—Entonces no nos estamos rindiendo— dijo Claude con esperanza. Para él era muy importante mantenerla.
—No, pero trataremos de ir por donde favorezca la energía— dijo Mandy
—¿Y si nos deja de favorecer?— Preguntó Lucy
—Buscaremos el sitio por el que nos favorezca, dejaremos de luchar contra corriente y trataremos te aprovechar la corriente—dijo Eduardo mirando fijamente a Luccia.
—Pero sí que tenemos que dejar ir a los hechiceros. Todo esto nos ha marcado y tenemos que superarlo.—dijo Mandy que había sido la más afectada por ellos. Necesitamos perdonar y olvida dejar de ver al pasado y comenzar a ver el futuro.
—No sé porque pero no sé si algún día eso será posible— dijo Claude
—No seas negativo,
—No, no lo estoy siendo—Dijo Claude exaltado—¡escuchen! hay algo en los dos hechiceros que nos aprisiona y eso mismo puede ser nuestra liberación.
—Lo se —dijo Mandy
—Si, lo siento—dijo Lucy
—Yo también — Dijo Edi 
Todos sabían que esto era cierto, y dentro sabían que nunca por más que quisieran podrían desterrar a los dos hechiceros, porque había todavía cosas por descubrir y lecciones que aprender. Aunque de momento habían hecho bien en protegerse de ellos.
—Deberíamos cabalgar— dijo Edi con la mirada encendida mirando a Mandy que empezaba a dudar y a apagase la pasión con la que había hablado antes.
—Pero se  intuye otra tormenta esta noche— refutó Lucy
—Yo quiero cabalgar— dijo Mandy con un suspiro—Además, necesitamos despejarnos.
—¿Cuándo nos ha parado una tormenta? — dijo Claude con ironía.
—Vamos— dijo Lucy decidida.
Cogieron sus respectivas capas colgadas a la entrada y los cuatro corrieron por sus caballos, cómo niños que salen al patio a jugar.
El corcel de Lucy era una yegua negra, el de Eduardo era del mismo color aunque era macho y se veía más grande y salvaje. El de Mandy, también era macho pero era de color blanco, muy puro. Por último el de Claude era una yegua dorada pura sangre que sin duda era la más veloz. Echaron a galopar juntos, en medio de la noche y del terreno devastado. Con una mirada se lo decían todo, cómo si los cuatro jinetes estuvieran conectados unos con otros. Se conocían tan bien, que estaban completamente mimetizados unos con otros. Eran uno solo, entre todos, caballos y jinetes. A la luz de la luna menguante, recorrieron el bosque atravesando ríos y terrenos accidentados. Tenían toda la noche por delante y una vida para lograr sus objetivos.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Locura

Esta palabra no me acaba de gustar, aunque miles de veces me la han dicho y otras tantas la he dicho yo. Quizás a la ligera, pero muchas veces decimos cosas y no pensamos en su significado o cómo nos afectan consciente o inconscientemente. “Estás loca” decimos y ya está.  En cuanto a mí, sí, soy diferente, me considero rebelde, ¿pero loca? No.
Lo sé que es únicamente una palabra, aunque a veces me suena a acusación y juicio. Locura, significa desequilibrio mental, demencia, falta de cordura. También está relacionada con los psicópatas  y los trastornados psíquicos, que pierden contacto con la realidad y hacen daño a los demás. Todos esos significados son muy negativos. Los percibo  casi como cargos, cando me la han dicho a mí. Obviamente no me gusta y posiblemente hasta le temo. Aunque la palabra locura también se utiliza cuando haces algo atrevido y desigual, que se sale de la norma. En las cartas del tarot el loco es el emprendedor, el que se atreve a dar el paso hacia adelante y dejar atrás el pasado. En ese caso la palabra no resulta negativa sino más bien lo contrario.
Probablemente el temor hacia esta palabra me viene, por el contexto histórico y social que tiene. A lo largo de la historia, siento que a muchas mujeres, sobre todo, se les ha tachado de brujas, de locas, para suprimirlas. Para no dejarlas superar a los hombres. Un ejemplo de ello fue Juana la loca que por derecho de nacimiento era la reina y la declararon loca para que no pudiera gobernar y lo pudiera hacer su marido Felipe el hermoso en su lugar. También está el caso de Hypatia, que era una filósofa y matemática. Ella fue expuesta y apedreada públicamente hasta la muerte, porque la acusaron de bruja por sus conocimientos. Pero esos son únicamente dos ejemplos  famosos. Cómo ellas, hay miles de casos que quizás no pasaron a la historia, pero que igualmente están impresos en la memoria colectiva. La verdad es que da bastante tristeza ver atrás  y darse cuenta de que millares de mujeres han pagado con sus vidas y su libertad, por haber sido diferentes a la norma por haber tenido ideas rompedoras. Y sí, lo sé, ha habido hombres  que también han sufrido lo mismo. Aunque tal vez es mi percepción, pero la locura y siempre ha estado más relacionada con las mujeres que con los hombres. Puedo estar equivocada, pero así es cómo yo lo percibo. Muchas veces un hombre que tiene ideas innovadoras es un visionario, en cambio si es una mujer, es una pobre loca.
De todos modos, sea el caso de mujeres o hombres, es igual de triste.Además muchas veces la locura y la infamia  van de la mano. La sociedad o algún individuo, se siente amenazado por alguna razón, muchas veces injustificada, por las ideas innovadoras de alguien y ese alguien es eliminado o suprimido por ello. Pasando de “victimario” en potencia , por llamarlo de alguna manera, a víctima real.
Por lo que a mí me toca; soy muy imaginativa, soñadora y fantasiosa, me encantan las historias y el mundo de las ideas. Muchas veces me evado en mi propio mundo, por lo cual para muchas personas soy una loca. Pero sigue sin gustarme la palabra, me da la impresión de que  al llamarme así,  me están sometiendo a un juicio muy severo.  Por otro lado desde muy pequeña me sentía diferente a los demás y eso mucha veces jugó en mi contra a lo largo de mi vida. tal vez eso también influye en que no me guste nada esa palabra.  
Pero en fin, si por ser diferente, compartir mis vivencias con el mundo; si por escribir,  el precio que tengo que pagar es que me llamen loca, pues  tendré que aceptarlo. No me queda otro remedio.

martes, 7 de agosto de 2012

Constelaciones

Quería ahondar más en el tema de las constelaciones. De todas maneras todo lo que pueda decir no tendrá nada que ver con la experiencia que tenga cada quien. Creo que la mejor manera de saber lo que son las constelaciones familiares de Hellinger, es experimentándolo. Hay muchísimos sitios a los que se puede acudir y muchas personas expertas en el tema. Para mí, en lo personal, la experiencia fue muy enriquecedora.

Antes que nada he de decir que soy una persona muy contradictoria. Por un lado soy algo escéptica y por otro lado quiero creer y sentir. Estoy segura de que hay energías que no vemos, que no por ellos dejan de estar allí. Pero no todo lo que brilla es oro. Esa dualidad la he tenido siempre, es parte de mí. Por ello estoy abierta a probar nuevas teorías, aunque siempre intento ir a sitios que me recomiendan o que están reconocidos por alguna asociación. Por otras experiencias, sé, que hay muchos aficionados que se dedican a este tipo de terapias alternativas y que pueden resultar un engaño.

La primera vez que fui, lo hice cómo observadora participante. En una sala había varias personas reunidas. Hay siempre una persona, que es la que constela y otra que guía la constelación. La que guía la constelación es la que tiene que tener la formación, la experiencia, además de tacto y empatía, ya que es la que dirige cómo se desarrolla el proceso. Todas las demás personas son observadoras participantes.

La persona que constela cuenta su situación y lo que quiere conseguir a través de la constelación. Después la persona que guía le pide a la que constela que escoja a una persona de la sala; que la represente a ella y que también escoja a otras que representen a las personas que están involucradas en la situación en cuestión. A las personas elegidas las tiene que colocar en el espacio.

Es allí donde las personas que representan a los involucrados, en la situación, toman por un momento el espacio de la persona representada, que en teoría perciben y externalizan su energía.

Todo esto se basa en las teorías de Bert Hellinger que hay una conciencia y un sentimiento colectivo universal y que las situaciones que vivimos tienen mucho que ver con las creencias y las formas que tenían nuestros antepasados. Es decir todos somos parte de la misma humanidad y repetimos patrones por generaciones. Según sus teorías, todos tenemos derecho de pertenecer a un grupo. Somos leales a nuestra genealogía. Vivimos de acuerdo a un orden jerárquico, en el que en escalón el que nacemos influye en el papel que desempeñamos dentro de la familia y la sociedad. Si no se respeta ese orden, entramos en conflicto.

Supongo que ir con una actitud y mente abiertas ayudan a que la las cosas se den. Pero la verdad es que me impresionó bastante algunas de las cosas que me sucedieron. Una vez me tocó representar a una persona y sentía la necesidad de acostarme en el suelo. No sé explicarlo, pero me sentía muy cansada de golpe, me pesaban las manos y quería estar acostada en el suelo. Resultó que esa persona a la que yo representaba, estaba muerta. Otra vez representé a otra persona y tenía muchísimo miedo y no podía explicar porque y resultó que esa persona en realidad era muy miedosa.

Lo que más me impactó fue que cuando yo fui la que constelé, y no por lo que pasó durante la constelación, sino por los hechos que se dieron después de hacerla. A pesar de estar más escéptica e insegura que nunca. Ya que eran yo y mi situación las que estaban en juego. Yo no creía que nada cambiaría. A pesar de haber sentido algo que yo interpreté cómo energía cuando había actuado como representante, me parecía que todo sería como un teatro. Cómo jugar a representar y que no tendría ningún impacto en mi vida a posteriori.

Pero no fue así. Las cosas cambiaron radicalmente en mi vida y bastante pronto. Sobre todo las relaciones con mi familia, en concreto con mi madre. Mucha gente me dijo que habría sido casualidad y la verdad es que podría ser, pero fue tan inmediato y tantas cosas que no pude pasarlo por alto.

Lo que sucedió después, es que cómo funcionó, quise volver a intentarlo, para lograr mis objetivos de tener un trabajo que me llenara y fuera más significativo en mi vida. Me enteré de una mujer que hacía constelaciones laborales y fui al seminario para constelar bajo su guía. Pero no fue cómo la primera vez y me quedé muy confundida con la constelación. No entendí nada, me quedaron miles de dudas y los resultados definitivamente no los vi. Quizás porque mis expectativas eran muy altas. Quizás funcionó la primera vez, ya que yo no esperaba nada y estaba abierta a lo que sucediera. No lo sé.

Lo que si tengo claro es que la experiencia es única, el estar con un grupo de personas haciendo un trabajo de constelaciones es muy enriquecedor. En general, valió la pena, por los resultados, pero sobre todo, por la sensación de estar en un grupo, en el que tus situaciones son las de todos. Yo al menos me hice consciente de que pertenecemos todos a una universalidad y que muchas veces lo que te pasa a ti, también le pasa a los demás y el poder compartirlo es bastante liberador.

domingo, 5 de agosto de 2012

Del horóscopo y sus predicciones

Según mi horóscopo, a los piscis no les gusta sentirse confinados. Eso definitivamente es verdad, a mí no me gusta nada sentirme atrapada. Soy bastante rebelde, pero según los astrólogos, los piscis no tenemos la fuerza para enfrentarnos a lo establecido. ¿Eso quiere decir? ¿que seré una aburrida administrativa, toda mi vida? ¡Que horror, me niego! Luego dice que nos refugiamos en ensoñaciones para soportarlo. No me extraña. Si estamos tan determinados por nuestras circunstancias cómo lo estoy yo, no es nada raro que nos abstraigamos del mundo, refugiándonos en nuestras ilusiones.

Pero sí, lo confieso, traté de buscar respuestas en el horóscopo y en los astros. Por lo que leí, me doy cuenta de que sí, soy una mujer piscis típica según las diversas descripciones de mi signo que he leído. Sobre todo las de Linda Goodman. Es muy buena. Cada quien puede buscar la descripción de su signo online, gratis y es bastante acertada. Al menos en mi caso y en un par más de amigos y familiares que leí que también coincidía.

El caso es que no sé si yo cómo Einstein podré remontar la corriente. Si, ya sé que exageré al tomarlo a él como ejemplo. Pero Einstein era piscis y en mi teoría TODOS somos extraordinarios. Todos podemos convertirnos en genios en algún campo si tenemos la estimulación, la motivación y sí, por que no, la suerte de que los factores nos favorezcan.

Y me da coraje, pero a veces pienso que es verdad, que soy demasiado débil para ir en contra de todo. Soy rebelde pero no sé rebelarme. Porque dejaría el trabajo, de hecho lo he hecho anteriormente. He dejado trabajos que no me llenaban o no me gustaban para buscar mis sueños. Pero cuando lo he hecho no logro encontrar un trabajo que me guste, ni realizar mis sueños. Definitivamente he buscado, he intentado diversos métodos, pero lo único que vuelvo a encontrar, es el mismo tipo de trabajo aburrido y tedioso de siempre. Sí, tiene cosas positivas lo sé, le da un ritmo a mi vida y me da para comer y sí, lo acepto también para caprichos. Pero es cómo si estuviera destinada a este tipo de trabajo. Y aunque estoy segura de que en este momento habría muchas personas que querrían estar en mi lugar, por la situación global, a mi no me llena. Mi madre siempre me dice que debería de estar agradecida de tener trabajo en tiempos de crisis. Pero yo no puedo evitar tener este sentimiento de que trabajo por nada y para nada y que se me va la vida de las manos sin poder hacer algo que de verdad tenga sentido.

sábado, 4 de agosto de 2012

De la rutina a la relajación y de vuelta


Se acaban las vacaciones y a mí me cuesta tanto empezarlas cómo acabarlas. Me doy cuenta de que cambiar mi rutina me cuesta un montón. Lo que pasa es que me es más difícil más pasar de un periodo extraordinario de relax y tranquilidad a volver a la normalidad, a despertarse temprano y estar encerrada en una oficina por varias horas, con el sentimiento de que estoy desperdiciando mi vida. De todos modos, también me es difícil desconectar y pasar de la frenética vida que tengo normalmente a estar relajada haciendo otras actividades. Ambos cambios me generan estrés.

Lo que más extrañaré de las vacaciones es poder dormir largas horas. Es irónico, ya es que una de las consignas que siempre recomienda la gente positivista cómo Josep Guardiola, el ex entrenador del Futbol Club Barcelona, para aprovechar tu vida, es que te despiertes temprano. Sinceramente yo en lo personal no le veo sentido a madrugar para hacer lo que hago. De todos modos cuando a las siete suena el despertador, me levanto, muchas veces cómo autómata. Porque es lo que toca y necesito comer, pero no por ello siento que mi vida tenga más sentido o que la estoy aprovechando más.

Anoche tomé la última cena de mis vacaciones, la luna estaba casi llena, la brisa era cálida y había un aire de melancolía en el ambiente. Di un paseo por la playa. Me espera volver a casa, volver al trabajo. No tengo nada de ganas, pensé. Mucha gente me ha dicho, “deja tu trabajo” pero no tiene caso. Porque de los trabajos que he tenido este es el mejor. La gente es agradable y me tratan bien, me pagan a tiempo y tengo buena relación con mis jefes. He estado en otros sitios que no ha sido así y lo valoro. Sí, me gustaría hacer algo más creativo q
ue le diera más sentido a mi día a día, me encantaría cantar para vivir, actuar o escribir pero esos trabajos no me han llegado aún, jajajajaja. No sé si algún día me lleguen. 

De momento esto es lo que fluye en mi vida. Es lo que tengo y no lo voy a dejar por algo que sea igual o peor. Al menos tengo este blog para desahogarme.

jueves, 2 de agosto de 2012

Del color del blog

El otro día mi mejor amiga, a la cual llamaré Pim, me comentó que los colores son muy importantes. Me dijo que debería de cambiar los colores de mi blog, ya que el negro le parece deprimente. No creo que el negro sea deprimente, es un color cómo cualquier otro y definitivamente no cambiaré el color del blog.
La razón es la siguiente. Este blog es cómo echar una ojeada a las profundidades de mi mente a la parte que permanece más oscura. Por ello la fotografía del ojo. Cómo si mirara a través de una cerradura. La verdad es que ni yo misma conozco bien las profundidades de mi propia mente y esta es una manera de conocerlas y no sé, quizás a alguien le podría ser útil.
Sí, el negro es el color del luto en nuestra cultura, aunque en otras son otros los colores que se utilizan para demostrar la tristeza cuando alguien muere. A además es un color que me encanta, es elegante y misterioso casi místico. Por eso lo escogí. También lo elegí porque me encanta dibujar sombras y siluetas en blanco y negro. Lo que más me gusta de estos dibujos es que cada quien los puede interpretar como quiera. Pienso que despiertan la imaginación.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Exigencias y juicios

A veces creo que mi búsqueda no tiene sentido. Otras, simplemente pienso que soy vana y que mi búsqueda por “brillar” y encontrar mi lugar en el mundo, es por tener reconocimiento, por hacerme escuchar, ya que no me siento escuchada ni reconocida. Pero me gustaría pensar que mi búsqueda va más allá, que persigue un bien para la humanidad, no únicamente un fin egoísta, como me lo ha hecho creer mucha gente entre las cuales están mis padres.
Creo, que si yo me doy permiso de tener éxito, y sacar a lucir mis talentos en parte estoy ayudando a los demás. Liberándolos de alguna manera. Pero no estoy segura. A veces me siento tan insegura. Me han dicho que pongo demasiadas excusas para no salir adelante, para no sacar todo mi potencial. Pero de verdad que no me doy cuenta de las excusas que pongo. Supongo que ese es mi problema. Aunque le he preguntado a la gente, ¿qué es lo que estoy haciendo mal? y las respuestas han sido. “Que te preocupas demasiado”,” Que te exiges demasiado a ti misma” “Tu eres tu peor juez” “Te juzgas demasiado” “deja de pelearte contigo misma”.
Sí es cierto. ¿Pero de dónde viene esto? ¿De dónde vienen mis exigencias?
Lo primero que me viene a la mente, cuando me hago estas preguntas, es que cuando era pequeña me hicieron algunos test de inteligencia. Irónicamente, porque no me iba muy bien en la escuela y resultó que tengo una inteligencia superior a la media. O tal vez cambiaron el test, jajajaja. No, esa es mi voz insegura. En realidad sí, parece ser, que tengo un coeficiente intelectual alto. O al menos eso dijeron los neurólogos que me hicieron el test. El caso es que cómo me lo creí, cuando era pequeña pensé que sería algo grande, importante. Me hice a la idea de que haría algo por la humanidad. Pero resulta que no he hecho nada y que me siento frustrada. Siento que estoy viendo pasar mi vida y que no consigo nada.
Sí, debería de disfrutarla, pero alucino mi trabajo. Siento que no sirve para nada,  que estoy perdiendo el tiempo. Soy administrativa, pero no lo disfruto. Tal vez esa es mi excusa.  Me siento prisionera y lo peor es que soy prisionera de una idea, de mi misma. Lo que pasa es que es verdad, todo lo que dicen; me peleo conmigo misma, me juzgo y me preocupa demasiado el desperdiciar mi vida. Aunque por mucho que me duela a mí, a la humanidad no le importa si hago algo por ella o no. Pero a mí sí me importa que mi vida tenga sentido. Lo seguiré buscando, porque quiero creer en mí.

jueves, 26 de julio de 2012

Los psicólogos y su verdad

Muchas veces los psicólogos creen tener toda la verdad. Ahora que estoy de vacaciones he tenido tiempo de relajarme y ver las cosas desde otra perspectiva. Creo que todos tenemos una parte de verdad pero es únicamente una parte. Lo mismo aplica para los psicólogos. Ellos tienen su verdad. Hice esta reflexión, después de leer varios artículos de la revista “Mente sana”
Casi todos los artículos de la revista tienen un toque positivista. Es muy bonito eso del pensamiento positivo, aceptar tu vida y verle las cosas buenas y vivir en harmonía. Los psicólogos del consultorio tienen también un enfoque parecido. Aunque en realidad no todos viven de acuerdo con lo que predican. A mí personalmente, me han tocado, algunos que no lo hacen.
El caso, es que me harta bastante el que ellos crean que tienen la verdad absoluta de su lado y me cansé de seguir pagando por un servicio que no me ha aportado lo que busco. Porque ni siquiera ellos lo saben. Siempre suelen ser muy vagos en sus respuestas. En mi amplio currículo de psicólogos, neurólogos y terapeutas, a lo largo de mi vida, únicamente puedo nombrar a una con la que estoy realmente agradecida. Bueno, quizás dos. La primera, es la que fue mi primera psicóloga. Cuando tenía seis años un neurólogo sin escrúpulos me diagnosticó déficit de atención e hiper actividad y me recetó Ritalín. El Ritalín es una droga que está catalogada cómo parecida a la cocaína. Lo que hace en pocas y llanas palabra es bloquear algunos transmisores del cerebro para que el niño se concentre en clases. Se han hecho muchos estudios al respecto y resulta más perjudicial que benigna. Esta droga ha afectado a mucha gente. Hay un video “The drugging of our children” que lo explica todo a cerca de esta pastilla, que a mí me la dieron de pequeña. Pongo el link por si a alguien le interesa. http://www.youtube.com/watch?v=26e5PqrCePk
La psicóloga con la que estoy muy agradecida, fue la que le aconsejó a mi madre que me dejara de dar esta pastilla. No creo que la vuelva a ver nunca, pero dondequiera que esté, siempre estaré muy contenta de que haya sido parte de mi infancia. No tengo forma de agradecerle, excepto tal vez, reconociendo todo el bien que me hizo.
La segunda persona, terapeuta que siento que tuvo un impacto positivo en mi vida es con la realicé mi primera constelación. Ya hablaré de las constelaciones en otra entrada, porque es un tema bastante nuevo y para mí lleno de misterio. Me gustaría profundizar más en ello. No sé si fue casualidad, pero después de dicha constelación mi vida familiar cambió para bien en muchos aspectos. Es lo más parecido a magia que me ha pasado.
Pero he visitado a un sin fin más de psicólogos y terapeutas y ningún otro me ha sabido ayudar. Por otro lado, dicen que nadie te puede auxiliar, si tú no quieres. Por eso muchos psicólogos alegan que no es malo el psicólogo sino el paciente. Pero yo no estoy de acuerdo. Creo que es un asunto de dos, cincuenta, cincuenta. Cómo en cualquier relación de dos personas. Sí, es verdad que un psicólogo puede ser excelente para ciertas personas, le puede dar resultados excepcionales a alguien y a otro no. Yo aún no he conocido a ninguno que me haya dado la clave para desbloquear mis talentos y tener éxito en la vida, que es lo que anhelo. Encontrarle sentido a mi vida. Aunque ellos alegarán que eso está en mi y que ellos no pueden hacer nada al respecto. Pero entonces, cómo no pueden hacer nada por mí, sinceramente yo tampoco tengo por qué estar pagando por un servicio que no me ayuda en nada. Y definitivamente no estoy en contra de que nadie cobre por sus servicios, pero después de haber experimentado con varios, puedo decir que para mí ha resultado una pérdida de tiempo, dinero y voluntad, en un sinfín de profesionales de este tipo, que los he consultado siempre con la misma finalidad.
Me han dicho de todo; que si soy leal a mis padres y por eso no me permito tener éxito. Que mis padres no reconocieron mis talentos cuando era pequeña y que por ello era muy difícil que yo los aceptara. Que deje de culpar a mi padres y tome mi responsabilidad en mis manos. Que persiga mis sueños y mis objetivos, pero que los deje ir, que no me aferre a ellos. Que la vida no cambia si uno no cambia, pero por otro lado dicen que la vida es un continuo cambio que aunque no quieras cambiar, la vida te cambia. Total, todo lo que dicen parece tan contradictorio y sí, a veces tiene sentido. ¿O será que le quiero encontrar sentido y en realidad no lo tiene? Luego dicen, para justificarlo todo, que hay que encontrar un balance. Bueno, pues si eso es la clave, ¿por qué no lo dicen así desde el principio? y te ayudan a encontrar el dichoso balance. Pero no, únicamente te dicen lo que haces mal y resulta que todo lo haces mal y después para acabar de rematar, te dicen lo maravillosa que es tu vida, en mi caso, mi vida laboral, aunque uno no sea capaz de verlo.
En fin, de los psicólogos he aprendido eso, que no aprecio lo suficiente lo que tengo, pero tampoco me han dado una solución, ya sea para aceptarla cómo es, o las herramientas para cambiarla. No me queda claro si tengo que resignarme con lo que tengo, o luchar por conseguir mis sueños. Supongo que algunos me dirían que es un poco de ambas, pero volvemos a lo mismo; el balance, que si alguien sabe cómo encontrar, pues me podían pasar el tip. Por lo pronto yo descarto los psicólogos, aunque seguiré probando otras alternativas y otras formas para encontrarle sentido a mi vida.

viernes, 13 de julio de 2012

¿De dónde sacas fuerzas cuando todo perece perdido?

Dicen, que cuando el universo te cierra una puerta, te abre una ventana. Pero a veces cuesta un montón darte cuenta de que , eso que tú crees que  es más oscuridad, es en realidad la dichosa ventana.
Sí, yo sé mucho de eso, a mí se me han cerrado un montón de puertas. Me han rechazado cómo actriz varias veces, cómo escritora otras tantas y cómo cantante también. También me han rechazado de otros ámbitos. Siempre soy demasiado tímida, demasiado inocente, demasiado joven o vieja, demasiado pequeña etc. Nunca soy exactamente lo que están buscando, excepto cuando  no es lo que yo estoy buscando, entonces sí que encajo.
Esta semana se me cerró otra “puerta”, rechazaron mi libro por millonésima vez. Aunque esta vez yo quería creer que iba a funcionar. Por un lado se me cayó el mundo, entonces me entraron un montón de dudas de si soy buena o no. De si estoy haciendo lo correcto o no. En este momento tengo  un montón de confusión, mucha desesperación y ansiedad. ¿Por qué la energía no me favorece? ¿Porque siento que siempre voy en contra de la corriente? ¿Mi vida no fluye? ¿O soy yo la que no la deja fluir? ¿Y si es así cómo podría hacerla fluir?. Porque dejarme llevar por lo que sí tengo,  me suena bastante a rendirse y definitivamente no disfruto lo que hago. No me extrañaría que allí estuviera la respuesta. Pero me molesta demasiado la idea de tener que disfrutar lo que sí fluye en mi vida, cuando no me gusta en realidad. Sí, cómo ya lo he dicho antes, soy muy rebelde y muchas veces pienso que es allí donde tengo que cambiar. Pero de verdad me suena a mediocridad y a fracaso. Aunque por otro lado es en lo único que no estoy fracasando por muy irónico que suene. Muchas veces siento que mi vida está llena de contradicciones. Cuando era pequeña  siento que me obligaron a ser lo que no era y ahora que soy lo que ellos (mis padres, mis maestros y la sociedad) querían, ahora es muy difícil saber quién soy y hacia donde quiero ir yo.
Quizás mi ventana está en el fracaso, pero de momento no logro verla y la rendición, aunque es la única vía que veo, no me acaba de convencer.
Tengo mil preguntas y tal vez ni una respuesta, aunque en teoría están dentro de mí. Me es muy difícil verlo. Lo que está claro es que si algún día quiero volar, ahora tengo que curar mis alas rotas. Mi problema es la impaciencia. Aún no están curadas mis alas y trato de volar y se vuelven a romper.
 En fin, que estoy hecha un lío.


jueves, 5 de julio de 2012

¿Magia positiva o negativa?

Y siguiendo con el tema de la magia, del fluir de las cosas y encontrar el balance.
Hay días en los que sientes que todo es posible. Todo funciona y pareciera como si la magia se hiciera presente, cómo si la energía del universo se confabulara para favorecerme en ciertas cosa y todo va, cómo sobre ruedas. Mi pregunta es ¿cómo mantener eso? ¿cómo podría ampliarlo a las áreas que me interesan? Porque el caso es que, dura lo que tiene que durar y después se va. Solo queda el recuerdo y la esperanza de que vuelva. Pero no vuelve tan rápido cómo me gustaría, o en los aspectos que yo quisiera. Desde luego que estoy feliz y agradecida cuando me sucede.
Aunque hay veces que pasa, eso a lo que yo llamo magia  y con el tiempo se vuelve cómo un conjuro de los malos. Ejemplo; hubo un tiempo en el que todo iba mal, las cosas no me funcionaban,  a mi alrededor todo era caos y enfermedad de las personas que estaban a mi alrededor.
No sé si fue coincidencia o qué, pero hice una constelación familiar. La primer que hice. Entonces todo comenzó a fluir y todo se acomodó en su “lugar” el caso es que yo, por voluntad  propia, no tenía trabajo y medio que lo buscaba sin muchas ganas de encontrarlo, porque según yo, yo quería dedicarme a escribir y a buscar algo que me gustara. El caso es que cómo por arte de magia me llegó un trabajo, en un momento en el que nadie parecía encontrar trabajo, a mí, sin buscarlo con mucho afán me llegó uno. Y era cómo si el trabajo estuviera hecho para mí, en el sentido, de que buscaban a una persona con mi experiencia y aptitudes. A pesar de que no era lo que yo quería, porque nunca me ha gustado en lo que he trabajado. Por un lado era mi salvación y por otro lado, sabía que me encadenaría. Sabía que me aferraría a él de una manera y que trataría de escapar de otra. Por un lado todas  las señales y todo lo que funcionaba me indicaban que ese era el camino correcto. Obviamente después de llorar una noche entera, de miles de dudas, y de que mi psicóloga me dijera que lo aceptara. Decidí que lo tenía que aceptar . Y sí, fue positivo, el problema es que cómo yo ya sabía me aferré a él y aún estoy encadenada a él. Por un lado me da dinero y seguridad por otro me quita libertad. Pero no lo puedo dejar, es , eso, cómo un… no quiero llamarle maleficio. Pero es cómo si la energía me estuviera reteniendo por algo en ese lugar ¿pero por qué? Y ¿cómo podría liberarme?
Supongo que las respuestas me vendrán con el tiempo, pero me impaciento.