A veces necesito evadirme del mundo e ir a escuchar el mar. Él siempre está allí, para escucharme. Frecuentemente, la vida humana me ahoga. Entonces busco un lugar tranquilo en la playa y trato de hablar con él. En ocasiones también lo escucho. Pero cuando estoy agobiada la que habla suelo ser yo. Hasta que me calmo . Es que no es fácil ser una bruja sirena encerrada en un cuerpo humano. La vida laboral no fue hecha para un ser acuático y etéreo cómo yo. Necesito crear y sentirme libre, pero cómo ya dije antes mis dones están encerrados en mi por un hechizo y aún no logro romperlo.
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