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martes, 22 de mayo de 2012

Psicomagia Día 9

Después de un duro día en la oficina, llegué a casa y el desastre de la noche anterior me esperaba.  Mi casa olía a sandía. Me pasé horas limpiando y recogiendo todo. Pensando mucho. Todos los muebles estaban salpicados, el piso pegajoso y las sandías destrozadas. Saqué los pedazos rescatables de pulpa y los limpié . Ese mismo día intenté hacer la mermelada pero no me quedó, había demasiada agua y el robot de cocina no hizo la magia que yo esperaba. Tal vez espero demasiado la magia y no acaba de llegar. Aunque sé de alguna manera que llegará... Algún día. No sé si será ahora o más adelante, pero estoy segura de que llegará.
Tal vez todo lo que he hecho no sirva de nada, o tal vez sí, pero independientemente de eso, la magia llegará. Tarde o temprano, la haré funcionar y cuando por fin se de, será maravilloso.
Cansada después de horas y horas de recoger y limpiar me fui a dormir.

lunes, 21 de mayo de 2012

Psicomagia Día 8

Había ya pasado una semana y aún no tenía el dichoso bate. De la tienda no me habían llamado y si no lo hacía ahora, no lo haría nunca. Además la situación era favorable en ese momento porque la casa estaba vacía. Mi compañero se había ido de viaje y no volvería hasta dentro de una semana. Pero no podía esperar una semana más porque además había cosas que hacer después del ritual, por llamarle de alguna manera. Hice lo que debí de haber hecho desde el principio. Llamé a la tienda y la chica me dijo que no tenía ni idea de que le estaba hablando y que el intertiendas que me había dicho el chico que harían, era una transacción que no solían hacer y que no era probable hacerlo. Que tendría que ir a cualquiera de las tiendas dónde sí lo tenían o esperar a que lo trajeran del almacén que se tardaría una semana más en traerlo.
Llamé a otra tienda que me quedaba más lejos y que además tenía que andar bastante. Pero bueno por algo se llamaba psicomagia. Me decidí, averigüé la mejor ruta, fui a la tienda y encontré el bate indicado. A la hora de pagar el cajero se equivocó y me quería cobrar menos por el bate. Tal vez en otra ocasión, no lo habría corregido, porque el importe era a mi favor y además estaba ansiosa y ya me quería ir. Pero quería hacerlo bien y si quería que esto funcionara, tenía que pagar lo correcto . Por lo tanto le dije que ese no era el precio. Se tardó un buen rato en averiguar el código porque no iba el lector de barras pero al final pude pagarlo. Lo envolví porque me daba bastante reparo ir por la vida cargando un bate. Primero volví a casa y dejé el bate y después fui a comprar las sandías. Las más grandes que encontré. El vendedor era un hombre extranjero. Le pagué con un billete que tenía un pequeño corte. Me pidió que se lo cambiara. Normalmente no lo habría hecho. Pero cómo casualmente tenía otro que estaba sin rupturas y estaba dispuesta a hacer las cosas bien, se lo cambié. No sabía si todos los obstáculos que estaba superando servirían de algo. Pero valía la pena averiguarlo.
Llegué a casa y la arregle cómo si vinieran en verdad mis padres. Hice las camas y aspiré el piso. Lavé los platos y recogí la cocina. Me puse un vestidito blanco muy mono.
Hice todo lo que me había dicho la tarotista que hiciera. Y estaba nerviosa. Cómo si realmente fuera a tener una conversación seria con mis padres. Sin embargo, cuando hice la confrontación estuve muy tranquila y siento que pude decir todo lo que quería decir y fue bueno, porque cómo le hablaba a las fotografías, nadie me podía interrumpir ni rebatir. Me pude expresar bien y decir cosas que nunca les había dicho antes.
Protegí el piso con cartones y romí las sandías con el bate en la cocina. Dejé todo hecho un desastre y me fui a dormir agotada pero satisfecha de al fin haber comenzado la magia.

viernes, 18 de mayo de 2012

Psicomagia Día 4

Los dos siguientes días fueron mejores, Aunque no conseguí el bate. Es que en este país no hay tradición de beisbol. También podría ser que se me pone difícil porque mientras más difícil sea, más voy a conseguir con ello. Al menos eso espero  Caminé por el centro y descubrí unos pastelitos de colores que se llaman macarrones. Están buenísimos y cómo tengo que redescubrir el placer de vivir, me los compré. Además fui a mi sitio favorito, la librería  y me compré el libro de metagenealogía  de Jodorowsky y empecé a hacer mi árbol genealógico además de unas cartas de tarot y un libro para ver los significados. No pretendo volverme una  vidente ni leerlo para nadie, excepto para mí misma. Pero me encantan las cartas, los arcanos, y cómo sé que hay cosas que no se pueden explicar con la razón. Pues al menos puedo intentar ver si las puedo resolver desde el plano metafórico con el lenguaje del inconciente.
Estoy contenta con los cambios que estoy haciendo.
Pero en mi mente seguía teniendo la idea, llevar a cabo la piscomagia, aunque todo se confabulaba para que no me fuera tan fácil el hacerlo.Porque no tenía el bate, ni las sandías, ni las fotos. Empezaba todo a verse bastante complicado. Pero tenía que hacerlo. Lo que pasa en que tenía también tantas cosas paralelas que hacer, que no encontraba el tiempo para hacerlo.  Entre el trabajo que me lleva casi todo el día, las amigas y alguna que otra actividad que ya tenía planeada desde antes, no me dejaban tiempo más que para planificar. Quizás eran excusas que ponía mi mente para llevarlo a cabo, pero había pasado un día más y no lo había conseguido aún.
Intenté imprimir las fotos, pero no lo conseguí. Todo eran problemas.

jueves, 17 de mayo de 2012

Psicomagia Día 2

Otra vez tuve un pésimo día en el trabajo. No sé si es, porque al creer que voy a salir de esto, me hago más consiente de cuanto me desagrada, o que. Pero el día fue horrible, mi jefa me riñó y esto me hizo sentir aún peor. Porque me doy cuenta de que además de que alucino mi trabajo, que siento que estoy perdiendo el tiempo y que se me está yendo la vida haciendo algo que lo único que  percibo que me da, es dinero, que desafortunadamente necesito para comer. Pero además de todo , no lo hago bien , tengo errores y no soporto tenerlos. Tal vez tenga que aceptar el hecho de soy falible y no tomármelo tan apecho. Pero no es fácil.
Cuando salí de trabajar, me fui directamente a la tienda de deportes a comprar un bate de beisbol para iniciar la magia, la psicomagia. Me daba bastante vergüenza pedir un bate de beisbol en la tienda, porque es algo raro. No sé explicarlo pero me sentía rara comprando un bate y más con el fin que lo iba a utilizar.
Pero resultó que no lo tenían. Me dijeron que estaba en stock, en otra tienda pero bastante lejos de dónde yo estaba. Le pregunté al chico si lo podría pedir y después de darle varias vueltas me dijo que iba a hacer un intertienda para que le trajeran el artículo de otra tienda.
De todos modos mi día había sido muy malo y necesitaba cambiar el chip, así que me fui a una cafetería a tomar un zumo y una madalena para endulzar un poco mi día y realmente mejoró.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Psicomagia Día 1

Cómo aún no logro  expresar  y compartir mis dones con el mundo y debido a que esto, me siento ahogada, vivo en una continua búsqueda. No sé a dónde me lleve, pero sé que tengo que hacer algo al respecto, porque no me puedo quedar de brazos cruzados, ahogándome toda la vida. Algo en mi interior me dice que necesito magia. Por mucho que la magia este mal vista por los “realistas” escépticos. Aunque a veces parezca que es algo absurdo.  Y a pesar de que la gente a mi alrededor no me comprenda.  Algo que no sé cómo explicar racionalmente me dijo y me sigue diciendo que es justo lo que necesito.
Me puse a investigar en la web y llegué a la página de Jodorowsky, el inventor de la psicomagia. Además, justo cuando la encontré, una amiga me recomendó el libro de meta genealogía de este autor.  ¿Coincidencia? Empiezo a creer que no hay coincidencias. Su blog me encantó, ya que tiene un montón de buenos artículos, consejos y actos de psicomagia.
Leí un montón de artículos y citas que me dejaron fascinada. Pero yo necesitaba más. Había un sinfín de actos psicomágicos y no sabía por cual decantarme.  Estaba bastante perdida, por lo cual decidí buscar una tarotista que siguiera la línea de este señor, en mi ciudad. En su página hay un montón de direcciones de gente alrededor del mundo que sigue sus pasos y sus enseñanzas con el tarot y la genealogía.
Fui a verla y fue toda una experiencia, positiva, desde luego. Me leyó el tarot pero me leyó el presente. Me pidió que revolviera las cartas, después que las esparciera en la mesa y por último que escogiera tres cartas una a la derecha, una al centro y otra a la derecha.
Las cartas que salieron eran; el colgado (a la derecha), el ermitaño( al centro) y el mundo (a la izquierda).
El colgado representaba a mi padre, el ermitaño a mi misma y el mundo representaba a mi madre. Me dio una explicación para cada una. Me dijo también, que yo me había quedado en la infancia. Lo cual siento que es completamente cierto y que a pesar de que nunca había madurado, aún así me sentía vieja y cansada pese a ser joven. Esto último también es cierto.
No me impresionó que lo supiera pero si me aclaró algunas dudas. Lloré bastante. Me daba vergüenza hacerlo delante de ella, porque la acababa de conocer. Pero había tenido un pésimo día y necesitaba desahogarme, además muchas de las cosas que me dijo me tocaron la fibra sensible.
Me dijo algo que yo ya sabía, que es que tenía mucha rabia contra mis padres. Digo tenía, porque las palabras son importantes y cómo es algo que quiero superar, lo pongo en pasado para que se me haga más fácil el hacerlo.
Me volvió a leer las cartas y me dijo que lo que me determinaba eran las relaciones en general, que tenía que romper con el pasado, lo cual ya sabía, pero siempre va bien que a uno se lo reafirmen. Esto me llevaría a balancear la energía  para brillar y obtener la reconciliación, para poder ser yo misma.
Me escuchó durante horas y me dejó desahogarme. Por último me dio un acto de psicomagia. Cabe mencionar que yo ya había visto este acto en la página de Jodorowsky. Pero era uno de tantos y yo necesitaba uno específico para mí.
Me dio el de la sandía. Me dijo que comprara dos sandías grandes y que les pusiera; la foto de mi madre a una y la de mi padre a la otra. De preferencia que en la foto estuvieran mirando de frente.
Que los confrontar, es decir que les dijera:
1.- Esto es lo que me hiciste, así me hiciste sentir.
2.- Esto es lo que ello provocó en mi vida.
3.- Esto es lo que sigo padeciendo a cause de ello.
Después de la confrontación tenía que romper las sandías con el bate de beisbol sacando toda la rabia. Con los restos hacer una mermelada y enviarla a mis padres de manera anónima. Lo que me sobrara enterrarlo y plantar una planta verde y regarla con miel de acacia  poniendo la palabra amor.
Después de hacer todo eso ir a un restaurante y pedir algo dulce que me gustara mucho.
Después de la sesión volvía a casa en tren. Atardecía y yo  me sentía más libre. Quería que mi vida cambiara. No sabía si esto iba a provocar dicho cambio. Pero al menos tenía que intentarlo, por muy inverosímil, esotérica, sin sentido, difícil y complicada que pareciera la tarea. Tan solo por la promesa hipotética de que esto podría cambiar mi vida, valía la pena intentarlo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

La frustración

Hoy descubrí que no sé manejar la frustración. Que pretendo no tener errores y cuando los tengo, me ahogo en un vaso de agua. Veo todo más grande de lo que es, exagero lo negativo y me tomo todo demasiado a pecho. Ese es parte de mi problema.  Porque me comienzo a acelerar y veo todo cómo una amenaza. Después pretendo huir de mi realidad (por muy imposible que sea), ya que todo me amenaza, es lógico que quiera hacerlo. Y me peleo con el mundo, porque a todos los convierto en enemigos. Aunque no lo sean,  veo agresiones por todas partes, cuando en realidad la mayoría pasan de mí, no me hacen caso y otros hasta se preocupan por mí.
No es posible no tener errores. Los tengo. Pero creo que sí sería posible aprender a manejar la frustración. La pregunta es ¿cómo? Contar hasta diez veinte o cuarenta únicamente me frustra más.
Porque me recuerda cuando mi madre me lo imponía y únicamente me genera más frustración y sentimiento de impotencia. Aislarme a veces funciona, pero no siempre se puede hacer.
Bueno fue un mal día y lo pasé fatal por ello. Aún no sé cómo voy a hacer para evitar episodios de estos y aprender a manejar mis emociones. Pero si lo descubro lo compartiré. Supongo que el reconocerlo, ya es un paso. En  fin, mañana será diferente.

lunes, 7 de mayo de 2012

El miedo

Ese sentimiento horroroso de vacío e inseguridad, que se apodera de nosotros y nos convierte en cobardes, cuando en realidad todos quisiéramos ser héroes valientes. Algunos de los libros que he leído dicen que es lo contrario al amor, que cuando amas verdaderamente se acaba el miedo.
Mi pregunta es ¿el miedo se hereda? ¿se aprende? O ya cuando te dan el pac de tu cuerpo, para que vengas a esta vida ¿también de te dan una porción considerable de miedo?. Supongo que nadie lo sabe a ciencia cierta. Aunque cada quien tiene su visión y su punto de vista. El problema es que pareciera como si el miedo fuera una materia orgánica y que si no lo controlas crece.
A mi miedo le he puesto cara y personalidad, quizás para que sea menos aterrorizante. Y cómo mis primeros miedos se remontan a la época de la infancia, cuando vi la película de la  Historia Interminable. A veces me gusta imaginar que mi miedo es cómo un lobo, que cuando llega me paraliza y no me deja hacer nada, pero que no soy yo. Me posee de una manera tal que dejo de ser yo misma y me quedo impedida. El miedo puede ser real o imaginario, pero para la persona que lo experimenta es real. Por ejemplo a mi me da mucho miedo hacer el examen de conducir. Sé que es una tontería y que yo sé conducir. Pero no ha habido manera de pasarlo, a pesar de hierbas, infusiones y pastillas que he tomado. La gente suele sorprenderse mucho cuando les cuento esto y no entienden que la noche anterior no duerma, que me suden las manos y tenga palpitaciones entre otros síntomas, que se acaban mágicamente cuando me bajo del coche, suspendida por supuesto. Como ya dije, me domina mi lobo interior y los síntomas llegan a ser físicos. En cambio por ejemplo las alturas, que mucha gente suelen tener reparos  cuando se enfrentan a ellas, a mi no me impresionan. Me gusta hacer vías ferratas, circuitos de cuerda rapel, montañismo y barranquismo.  Cuando voy con amigos, suelen decir “¡que valiente!” porque me subo a los árboles cómo si nada y la más altas de las tirolinas no me hace sudar. Pero en realidad no soy valiente. Es únicamente que no me asustan las alturas.
Por lo que dicen los expertos el miedo más profundo es a la muerte, porque representa lo desconocido. Pero todos vamos hacia allá y todos vamos a morir de alguna manera u otra. Al menos nuestro cuerpo terrenal lo hará. Nuestra energía vital no sabemos, supongo que no, cómo dijo Einstein la energía no se crea ni se destruye tan sólo se transforma. Pero dejaremos de existir de la manera en la que nos conocemos ahora. Por lo tanto lo que en realidad tememos es vivir y fracasar o sufrir (sea cual sea el concepto de fracaso y sufrimiento que tengamos)
En fin, que considero que la valentía y el miedo son relativos a cada persona y que cada uno les da un interpretación diferente. En mi opinión, el verdadero valiente es el que supera sus miedos sin importar cuales sean. Porque el fracaso y el sufrimiento también son conceptos abstractos e imprecisos cada uno les da una interpretación diferente.
Sinceramente sé que estoy en este mundo por alguna razón, aunque a veces no me gusta mi situación. Sé que todos estamos aquí por una razón y a veces esa razón podría ser superar miedos y las barreras mentales. Porque es lo más difícil que se tiene que hacer, tal vez ese sea el sentido. O vivir en el amor- confianza, lo cual es lo contrario que el miedo, por lo cual tiene sentido. ¿o no?