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viernes, 27 de abril de 2012

Las heridas

Tengo un herida en el brazo. Es una quemadura que me hice con el roce de una cuerda haciendo un circuito de aventura. ¿Y cómo no? Me puse a reflexionar lo que significan las lesiones que no se ven y ¿ en que se parecen a las que sí que vemos? Estoy hablando de las heridas del alma, los golpes del pasado.
Las llagas, que están allí, y a veces ni siquiera nos damos cuenta de cómo nos las hicimos/hicieron. Tal vez los que nos hirieron ni siquiera tenían la intención de hacerlo. En todo caso ya están allí y en algún punto, nos hacemos consientes de que las tenemos. Pero ¿qué es mejor? ¿hurgar en la herida hasta sanarla? ¿Taparla y dejarla? ¿desinfectarla? ¿dejar que el tiempo sea el que lo cure? ¿todo lo anterior?. No sé, es complicado, y  depende de la herida. Hay veces que uno piensa que la lesión está curada del todo y te das cuenta de que no es así, que únicamente estaba cerrada con una costra y que abajo había pus. Y entonces caigo en la cuenta  ¡por eso me dolía tanto!
Definitivamente no soy una experta en el tema, pero creo que las heridas más profundas y difíciles de curar de nuestro ser, a veces se las atribuimos a los seres que más queremos. Puede ser a un nivel consiente,  subconsciente y a veces hasta inconsciente. Los expertos y los libros de autoayuda dicen que tenemos que dejar de culpara a los demás y responsabilizarnos de sanar nosotros mismo. Que si seguimos culpándolos jamás tomaremos las riendas de nuestra vida. Considero que esto es muy complicado. En primer lugar hay gente que no se da cuenta de que tiene una herida. Yo por ejemplo, no me había dado cuenta, hasta que ya era adulta, de las profundas heridas de mi alma. Entonces un día, me hice consciente de ellas. Tal vez por todos los libros que he leído y todos los seminarios . Llegados a este punto, quiero decir; que es mejor darte cuenta de las heridas, que no hacerlo. Porque de todos modos duelen y se manifiestan de diversas maneras, aunque no te des cuenta de que están allí. Y supongo que el primer paso para curarlas es reconocerlas.
El problema es cuando ya sabes que tienes una herida, te das cuenta del dolor que te provoca. Pero no tienes ni idea de cómo curarla. Además, como dije, no es nada fácil. Existen tantas cosas a nivel inconsciente que no vemos y que aún así influyen en esto. Somos tan complejos, que a veces de una cosita de nada, dejamos que nos afecte, crezca, se infecte etc.
De momento, creo que me tengo que conformar con reconocer mis heridas, e intentar responsabilizarme y ocuparme de ellas. Cómo aún no sé cómo curarlas experimentaré. Sí, puede que ponga las cosas peor, de momento. Pero puede que en mi proceso descubra de una buena vez por todas cómo curar las secuelas que me ha dejado  la vida que en teoría he permitido yo.

martes, 24 de abril de 2012

De la inconformidad

Después de escribir la entrada anterior me quedé pensando a cerca de la inconformidad.
No creo que el ser humano sea inconforme por naturaleza. Pero, cómo siempre se dice que no estamos conformes con nada,  de tanto decirlo, hasta yo me lo he llegado a creer. Pero reflexionando a cerca del tema, estoy llegando a la conclusión de que no es así. Creo que la inconformidad tiene final y no se trata de obtener todo lo que quieres, sino de encontrar un equilibrio donde estés a gusto contigo mismo y con la vida. Pero a veces para llegar al equilibrio hay que conocer los extremos.
En primera, creo que nuestra esencia es pura, libre y positiva. Lo que pasa es que vivimos en un mundo material  y a veces ayuda el obtener lo que quieres, porque entonces te das cuenta,  de que tal vez eso tampoco te llena. Pero es más fácil si lo has tenido, si realmente lo has disfrutado. Porque entonces uno puede abrirse a nuevas posibilidades.
Por ejemplo, hay gente que desea tener dinero. Podría decir que es el deseo que más escucho, entre mis compañeros de trabajo y conocidos, en general.  Para mí el dinero es la forma que tenemos los seres humanos de expresar la riqueza material. Para mí el dinero es una forma de energía. Hay gente que lo tiene sin esfuerzo, hay gente que nace en una familia adinerada y nunca tienen que preocuparse por él. En cambio hay personas que nacen en extrema pobreza y mueren de hambre y enfermedades, que si tuvieran los medios se podrían curar fácilmente. La mayoría de gente que yo conozco están a la mitad entre estos dos extremos. No tienen grandes lujos, pero tampoco han sufrido hambre en su vida. Sin embargo sufren para poder pagar sus deudas de hipotecas, gastos de seguros, colegiaturas y caprichos. Muchos, cómo yo, se esclavizan en trabajos que no les gustan para tenerlo, porque lo hemos vuelto necesario.  La mayoría de la gente que yo conozco sueñan o desean ganar la lotería algún día. En mi teoría si tuvieran esta suerte, su vida cambiaría de momento y tendrían una alegría transitoria. Este gozo breve, se acabaría, porque es simplemente está creado por algo externo y que además podría generarles otros problemas como por ejemplo  cuando empezaran a obtener más deudas entusiasmados por el superávit. O podrían surgir problemas con los parientes y amigos por envidias o cualquier otra cosa. Quiero aclarar, que no tengo nada en contra del dinero o de la riqueza, y que mi punto es que el ser humano debería de tener la oportunidad de ser inmensamente rico para poder darse cuenta de que esto tampoco es la respuesta a su inconformidad. Porque sólo entonces va a poder avanzar, según mi teoría. Porque si está obsesionado, con obtener eso que quiere tanto, va a ser muy difícil que se de cuenta de lo demás. Sé que lo que estoy diciendo es una utopía y que por el sistema económico que llevamos es imposible que todos los seres humanos del planeta experimentaran la riqueza hasta poder saciarse de ella. Pero sería genial que la riqueza fuera rotativa y que todos pudiéramos experimentarla en algún punto.
En mi caso no es el dinero lo que más deseo, sino es el éxito profesional. Y me da risa cuando leo en el diario “el éxito es la perdición” u otras declaraciones por el estilo, hechas por artistas o famosos. Es lo mismo, que cuando un millonario dice “el dinero no da la felicidad”. ¡Si claro!, pero yo quiero darme cuenta en primera persona de que no es así. Y dentro de mí, sé que es verdad “el éxito ciertamente no da la felicidad” y que al igual que el dinero, creo que podría resultar negativo para ciertas personas, sobre todo si no lo saben manejar. Hay miles de ejemplos, tanto de gente que no ha sabido manejar ni el éxito ni el dinero. Hay muchas historias de artistas que se suicidan o que mueren por abuso de sustancias. El otro día precisamente leí una de esas historias en el diario. No pondré nombres porque esta es la historia de muchas cantantes cómo ella.  A mi forma de ver las cosas, esta chica tenía muchas de las cosas que yo de alguna manera deseo. Tenía talento, y no es que me compare con ella, pero a diferencia de mi, alguien se fijó en ella,  creyó en su fuerza y apostó por su capacidad. Le dieron la oportunidad de expresarse. Por supuesto que tuvo el éxito profesional que yo tanto anhelo, haciendo algo que yo amaría hacer que es cantar. Pero, aparentemente, para ella todo esto no fue suficiente y hubo todas las historias de drogas y abusos. Supongo que para evadirse de la realidad o para compensar alguna insatisfacción. La verdad es que no lo sé, pero impresiona bastante que una chica tan joven y con tanto éxito(perdón por la redundancia) muriera de esa manera. No la juzgo, de ninguna manera, no la conocía y seguramente tenía sus problemas, al igual que yo tengo los míos. Pero de alguna manera,  al fijarme en su vida por ser famosa y porque me gustaban sus canciones, me doy cuenta de que lo que yo tanto deseo tampoco es la respuesta al vacío interior que siento.  Y la respuesta yo creo que es esa, la felicidad es algo que se supone viene de dentro y al parecer es algo que tenemos que elegir día a día. Aún así quiero probar el hecho de brillar haciendo algo que me guste. A pesar de que sé que el hacerlo está, casi, peor visto por la sociedad. Desear el éxito es casi peor que desear  el dinero.  Porque a veces me parece que si lo expresas abiertamente, la gente te mira mal. Cuando en realidad son únicamente energías, que si pudiéramos asimilar lo que realmente significan,  tal vez sabríamos manejarlas y tal vez no las desearíamos tanto. En mi teoría personal, la vida es cómo un juego, pero hay que saber jugarlo y yo aún no lo sé. Lo estoy aprendiendo en el camino. Tal vez algún día lo logre comprender del todo.

lunes, 23 de abril de 2012

Adicta a la autoayuda

Hay días cómo hoy que estoy muy bien y que pareciera que todo va a ir bien. En cambio hay días en los que me hundo en la desesperación. Definitivamente estoy saturada con tanta autoayuda, psicólogía y las terapias alternativas. Tal vez porque lo que lo que realmente esperaba de ello, era desbloquear la magia. A raíz de las terapias esperaba encontrar un camino algo o tal vez a mi misma únicamente.  Desatar esa fuerza que yo sé que está en mi interior y que no logro desbloquear de ninguna manera. Y puede que nadie me crea que la tengo y que aún no sapa expresar bien lo que es y por ello lo llamo magia. El problema fue que en algún punto de mi vida me he vuelto un poco adicta a los psicólogos y a los libros de autoayuda, aunque tampoco me han ayudado a cumplir mis objetivos y he sufrido bastante por el camino. Sí,  hay gente adicta al tabaco y yo soy adicta a  los libros, a los seminarios y hasta los fármacos homeopáticos. No tomo ninguna medicina tradicional. Pero gotitas y bolitas de azúcar, sí.  Y sé que en teoría nada de esto hace daño, pero cualquier adicción es negativa en cuanto a que te vuelve esclavo de ello. Además en teoría tenían que haberme ayudado a superar las barreras imaginarias que me impiden el poder expresar lo que llevo dentro y no ha sido así.
A veces me pregunto ¿Cómo es posible que desde que era niña esté viendo a psicólogos? Y ¿Cómo es que no he salido de este estado de insatisfacción y de búsqueda?. Tal vez es un estado del ser humano, y yo al ser más sensible de lo normal me lo tomo todo muy a pecho. Supongo que me cuesta adaptarme pero llevo  muchos años intentándolo. Lo que siempre me ha sucedido es que me siento prisionera de mi entorno. Cuando era niña me sentía prisionera en la escuela y ahora en el trabajo. Pero me he dado cuenta de que todo los esfuerzos que he hecho en pos de desbloquear esta energía no han tenido ningún fruto.
En realidad sé que no hay nada malo conmigo… excepto  claro, mis continuos altibajos en el estado de ánimo y mi sentimiento de que no pertenezco a este mundo, a parte del malestar, que es físico, provocado porque siento que no puedo expresar libremente mis dones al universo. Todo esto, hasta a mi me suena raro y por otro lado tiene sentido. No suelo hablar de esto excepto con mi mejor amiga y ella me entiende. Yo creo que si lo hablara con los demás me tirarían de loca. Por ello escribo  cerca de ello, desde el anonimato, es más fácil. Y tal vez alguien se sienta igual que yo y de alguna manera mi experiencia le sirva de algo. De cualquier manera  para mí esta es mi vía de expresarme libremente. Y es  esa libertad la que busco y en mi camino he dado cuenta de que me estaba esclavizando cuando lo que realmente quería era lo contrario.

viernes, 20 de abril de 2012

Mi promesa


Hablando de nuevo de la energía. Ayer estaba en el tren con un compañero y estábamos comentando que Leo Messi, el jugador de futbol, que en este momento está catalogado entre los mejores jugador de fútbol del mundo. Y reflexionando sobre el tema nos preguntamos ¿Cómo es que esta persona llegó a ser lo que es? Lo tomamos a él cómo ejemplo , cómo podríamos haber tomado tantísimos otros que tiene éxito en algún campo particular. Pero bueno, el Sr. Leo Messi es un excelente ejemplo para expresar mi punto.
Leo Messi nació en Argentina y era muy bajito cuando era pequeño. Más bajito que la mayoría de niños de su edad. Para que hoy sea el crack que es, tuvieron que darse una serie de circunstancias que favorecieron de alguna manera este hecho. Seguramente nació con un talento especial para jugar futbol. No dudo esto, pero  esto no hubiera sido suficiente si lo siguiente no se hubiera dado; Alguien se fijó en él, en primerísimo lugar, y apostó por él.  Sus padres lo apoyaron y hasta se cambiaron de país. Recibió la ayuda y el entrenamiento correcto en el momento oportuno. Llegó al Futbol Club Barcelona en el momento adecuado y se supo adaptar al igual que sus compañeros se compenetraron con él. Hoy brilla y hace vibrar a la gente que tiene el privilegio de verlo, haciendo lo que le gusta y disfrutando a la vez con ello.
Yo creo que todos nacemos con un don, y que todos tenemos el potencial de hacerlo brillar y llegar a ser plenos. El problema radica en que no siempre encontramos la manera de hacerlo y eso es muy frustrante. Y aunque se supone que en el fondo depende de uno mismo. Hay veces que no lo ves. Y no dudo que el Sr. Leo  Messi, haya tenido sus adversidades y las haya vencido. Sólo que creo que hay un factor más allá de nuestra comprensión que favoreció que las cosas se desarrollaran en el sentido que lo hicieron. Ese factor se puede llamar energía, universo, destino y hasta dios.  Pero no lo acabamos de comprender y que cómo humanos se nos escapa de las manos. Quiero puntualizar,  que a pesar de ser la hija de dos dioses, soy tan humana e ignorante cómo el resto de la humanidad.  Me encantaría saber cómo aprovechar las energías, gestionar los recursos y llegar a brillar. Además creo que esta necesidad va más allá de una necesidad del ego de reconocimiento. Creo que es más bien una necesidad del alma de darse a sí misma a los demás de algún manera  mucho más altruista. Y también creo que los mayores traumas de la humanidad, las guerras y los conflictos se dan por no poder expresar la grandeza del alma en el ámbito terrenal. Por ello estoy en este camino para tratar de encontrar una manera de poder expresar y compartir mis dones pero no es nada fácil. Hay miles de libros cómo el secreto y otros de corrientes modernas que predican que es muy fácil. Que basta con visualizar y mantenerse positivo. A pesar de que estoy a favor de la visualización creativa y de mantener una actitud positiva, creo que hay algo más. Cómo ya he comentado anteriormente he probado de todo, acupuntura, meditación renacimiento, constelaciones y otras corrientes modernas y aún no he conseguido esa magia. Por eso mi misión es responder esta pregunta ¿Qué hay que hacer para que suceda la magia?. Tal vez tarde toda mi vida en resolver esta pregunta, pero si lo consigo, prometo  compartirlo. Aunque sospecho que es un camino personal y que lo que a mí me resulte no necesariamente le resultará a los demás. De todas maneras lo compartiré, por si a alguien le sirve. Aunque no sé si alguien me lea o a alguien le interese.

miércoles, 18 de abril de 2012

La energía y las corrientes alternativas



Creo en la magia. A fin de cuentas soy cómo soy, aunque no acabo de creerme mi divinidad del todo. Estoy segura de que hay un montón de energías que no entendemos, porque no las vemos. De hecho, podría ser, que el que yo no sea capaz de expresar mi propia magia, se debe a que el impulso del universo no favorece que eso sea desbloqueado.
No puedo dejar de pensar y sentir que hay fuerzas y poderes tan sutiles e invisibles, que la razón y la ciencia no pueden entender y mucho menos explicar.
A raíz de todo esto que me pasa, he buscado en las corrientes alternativas, que hoy en día están tan de moda.
Hace algunos años fui con una mujer que leía las cartas, todo lo que me dijo se cumplió. Sí, puede ser sugestión, pero aún así me impresionó. Porque me reveló todo lo que ya sé y además de dijo, que algo que yo estaba segura que había pasado, no era cierto. Por esta razón, cómo yo estaba segura de que ese hecho en concreto era verdad, no le creí ninguna de sus predicciones en ese momento. Después de algún tiempo supe la verdad y me impresionó mucho, porque recordé lo que ella me había contado. Como ya dije, todas las predicciones que hizo esta mujer se cumplieron, a  excepción de que en las cartas ella vio el éxito en mi camino y eso o no ha llegado. Una de dos, o se equivocó, o mi definición de éxito no se parece a la suya.
Cómo la energía no fluía con respecto a mi vida, hice un taller de constelaciones familiares. Después de hacerlo fue cómo magia. Las cosas fueron mejor para mí y para mi familia terrenal que estaba bastante mal. Todo se recolocó y estuve bastante satisfecha. Lo recomiendo ampliamente para problemas familiares. Quise volver a probarlo esta vez con la intensión de lograr potenciar mi capacidad y desbloquear mis poderes. Pero no funcionó. He probado también la homeopatía, acupuntura, renacimiento, Reiki, reprogramación neurolingüística y he leído en el camino miles de libros de autoayuda. Pero la energía sigue bloqueada.
Cabe mencionar que desde muy pequeña me llevaron a los psicólogos y  eso que aún no afirmaba ser semidiosa. Si lo hubiera hecho tal vez hoy estaría en… iba a decir libertad pero ¿quien es libre después de todo? En fin, si lo hubiera hecho entonces, tal vez ahora no escribiría libremente en este blog. Pero, a pesar de que no ostentaba ser quien soy, siempre me tacharon de hiperactiva, disléxica y rebelde.  Mi sentimientos hacia los psicólogos están divididos. Definitivamente no los condeno a todos, o pueden ser muy buenos y ayudarte, o pueden ser malísimos y joderte la vida bastante. Supongo que cómo era lógico a raíz de todos los psicólogos que visité cuando era niña, y por lo autoritarios que eran mis padres terrenales, desarrollé una rebeldía hacia la autoridad. Cualquier figura que represente autoridad me desagrada y eso es bastante difícil en esta sociedad jerárquica.
Nunca dejaré de luchar y de perseguir mis sueños, a pesar de que sean solamente eso, sueños. Porque si no apuestas por algo, si no luchas por lo que quieres, si no defiendes lo que te importa, cualquier cosa te podría derrotar y podrías sucumbir ante cualquier adversidad. Sigo mi camino y ¿Quién sabe cómo se seguirá escribiendo mi historia?

lunes, 16 de abril de 2012

Brillar

Creo que una de las cosas más difíciles y frustrantes en esta vida es el no poder o no encontrar la manera de utilizar tus dones. El no dedicarte a hacer lo que te gusta y sentirte prisionera en tu situación. Independientemente de cuáles hayan sido las circunstancias que te llevaron a estar en este punto, es angustiante para cualquier ser humano.
Hay algunas personas que lo tienen claro desde el principio y de verdad las cosas fluyen casi sin esfuerzo y logran brillar en lo que les gusta. Otros hacen un esfuerzo, siguen un camino entrampado pero al menos tienen claro el camino que hay que seguir. Pero habemos otros, que sabemos que tenemos dones, sabemos que somos brillantes y que simplemente no vemos el camino a seguir. Tal vez cómo en mi caso por un bloqueo en la energía o por otras razone. Cada quien tendrá las suyas. Durante años fui acusada por mi madre terrenal de que únicamente quería brillar por egoísta, por fama y reconocimiento. Durante años me atormentó haciéndome creer que la fama era cosa del ego. A veces me gustaría gritarle que no necesito fama, que únicamente necesito hacer lo que me gusta, para lo que soy buena y que me encantaría brillar para darles mi luz a los demás, para que ellos pudieran brillar también. Pero definitivamente yo no lo veo cómo una necesidad del ego sino cómo un impulso altruista que aún no he sabido expresar.
Sé que me enfado mucho cuando ella me dice estas cosas y que no debería. Tal vez si algún día lo consigo expresar, ella comprenda y yo misma que no es un impulso egoísta, que es un sentimiento puro en busca de libertad. Tal vez si encuentro la manera de expresarlo. Las palabras sobrarán y hablarán los hechos y quedaré justificada ante mí misma.




martes, 10 de abril de 2012

Fluir o enredarse

Si lograra que la energía fluyera en el sentido que quiero que fluya, las cosas serían mejores. Al menos sería más fácil. Porque a veces siento que voy en contra de la corriente. Lo que pasa es que la cosa sí que fluye, es  sólo que yo no quiero ir en esa dirección. No me gusta el sitio a donde me está arrastrando y por eso lucho en contra de ella. Aún sabiendo que es más fuerte que yo y que poco puedo hacer. Al menos si no sintiera que me ahogo, tal vez dejaría de luchar. Pero es instinto, de supervivencia. Un sabio me diría “déjate llevar, si es necesario ahógate” pero no puedo, porque en realidad nunca acaba de matarme y únicamente me tortura poco a poco quitándome la poca energía que aún me queda. Ya al luchar aún pierdo más enería Es cómo un nudo que nunca termina y no sé cómo deshacerlo.