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martes, 24 de abril de 2012

De la inconformidad

Después de escribir la entrada anterior me quedé pensando a cerca de la inconformidad.
No creo que el ser humano sea inconforme por naturaleza. Pero, cómo siempre se dice que no estamos conformes con nada,  de tanto decirlo, hasta yo me lo he llegado a creer. Pero reflexionando a cerca del tema, estoy llegando a la conclusión de que no es así. Creo que la inconformidad tiene final y no se trata de obtener todo lo que quieres, sino de encontrar un equilibrio donde estés a gusto contigo mismo y con la vida. Pero a veces para llegar al equilibrio hay que conocer los extremos.
En primera, creo que nuestra esencia es pura, libre y positiva. Lo que pasa es que vivimos en un mundo material  y a veces ayuda el obtener lo que quieres, porque entonces te das cuenta,  de que tal vez eso tampoco te llena. Pero es más fácil si lo has tenido, si realmente lo has disfrutado. Porque entonces uno puede abrirse a nuevas posibilidades.
Por ejemplo, hay gente que desea tener dinero. Podría decir que es el deseo que más escucho, entre mis compañeros de trabajo y conocidos, en general.  Para mí el dinero es la forma que tenemos los seres humanos de expresar la riqueza material. Para mí el dinero es una forma de energía. Hay gente que lo tiene sin esfuerzo, hay gente que nace en una familia adinerada y nunca tienen que preocuparse por él. En cambio hay personas que nacen en extrema pobreza y mueren de hambre y enfermedades, que si tuvieran los medios se podrían curar fácilmente. La mayoría de gente que yo conozco están a la mitad entre estos dos extremos. No tienen grandes lujos, pero tampoco han sufrido hambre en su vida. Sin embargo sufren para poder pagar sus deudas de hipotecas, gastos de seguros, colegiaturas y caprichos. Muchos, cómo yo, se esclavizan en trabajos que no les gustan para tenerlo, porque lo hemos vuelto necesario.  La mayoría de la gente que yo conozco sueñan o desean ganar la lotería algún día. En mi teoría si tuvieran esta suerte, su vida cambiaría de momento y tendrían una alegría transitoria. Este gozo breve, se acabaría, porque es simplemente está creado por algo externo y que además podría generarles otros problemas como por ejemplo  cuando empezaran a obtener más deudas entusiasmados por el superávit. O podrían surgir problemas con los parientes y amigos por envidias o cualquier otra cosa. Quiero aclarar, que no tengo nada en contra del dinero o de la riqueza, y que mi punto es que el ser humano debería de tener la oportunidad de ser inmensamente rico para poder darse cuenta de que esto tampoco es la respuesta a su inconformidad. Porque sólo entonces va a poder avanzar, según mi teoría. Porque si está obsesionado, con obtener eso que quiere tanto, va a ser muy difícil que se de cuenta de lo demás. Sé que lo que estoy diciendo es una utopía y que por el sistema económico que llevamos es imposible que todos los seres humanos del planeta experimentaran la riqueza hasta poder saciarse de ella. Pero sería genial que la riqueza fuera rotativa y que todos pudiéramos experimentarla en algún punto.
En mi caso no es el dinero lo que más deseo, sino es el éxito profesional. Y me da risa cuando leo en el diario “el éxito es la perdición” u otras declaraciones por el estilo, hechas por artistas o famosos. Es lo mismo, que cuando un millonario dice “el dinero no da la felicidad”. ¡Si claro!, pero yo quiero darme cuenta en primera persona de que no es así. Y dentro de mí, sé que es verdad “el éxito ciertamente no da la felicidad” y que al igual que el dinero, creo que podría resultar negativo para ciertas personas, sobre todo si no lo saben manejar. Hay miles de ejemplos, tanto de gente que no ha sabido manejar ni el éxito ni el dinero. Hay muchas historias de artistas que se suicidan o que mueren por abuso de sustancias. El otro día precisamente leí una de esas historias en el diario. No pondré nombres porque esta es la historia de muchas cantantes cómo ella.  A mi forma de ver las cosas, esta chica tenía muchas de las cosas que yo de alguna manera deseo. Tenía talento, y no es que me compare con ella, pero a diferencia de mi, alguien se fijó en ella,  creyó en su fuerza y apostó por su capacidad. Le dieron la oportunidad de expresarse. Por supuesto que tuvo el éxito profesional que yo tanto anhelo, haciendo algo que yo amaría hacer que es cantar. Pero, aparentemente, para ella todo esto no fue suficiente y hubo todas las historias de drogas y abusos. Supongo que para evadirse de la realidad o para compensar alguna insatisfacción. La verdad es que no lo sé, pero impresiona bastante que una chica tan joven y con tanto éxito(perdón por la redundancia) muriera de esa manera. No la juzgo, de ninguna manera, no la conocía y seguramente tenía sus problemas, al igual que yo tengo los míos. Pero de alguna manera,  al fijarme en su vida por ser famosa y porque me gustaban sus canciones, me doy cuenta de que lo que yo tanto deseo tampoco es la respuesta al vacío interior que siento.  Y la respuesta yo creo que es esa, la felicidad es algo que se supone viene de dentro y al parecer es algo que tenemos que elegir día a día. Aún así quiero probar el hecho de brillar haciendo algo que me guste. A pesar de que sé que el hacerlo está, casi, peor visto por la sociedad. Desear el éxito es casi peor que desear  el dinero.  Porque a veces me parece que si lo expresas abiertamente, la gente te mira mal. Cuando en realidad son únicamente energías, que si pudiéramos asimilar lo que realmente significan,  tal vez sabríamos manejarlas y tal vez no las desearíamos tanto. En mi teoría personal, la vida es cómo un juego, pero hay que saber jugarlo y yo aún no lo sé. Lo estoy aprendiendo en el camino. Tal vez algún día lo logre comprender del todo.

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