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martes, 7 de agosto de 2012

Constelaciones

Quería ahondar más en el tema de las constelaciones. De todas maneras todo lo que pueda decir no tendrá nada que ver con la experiencia que tenga cada quien. Creo que la mejor manera de saber lo que son las constelaciones familiares de Hellinger, es experimentándolo. Hay muchísimos sitios a los que se puede acudir y muchas personas expertas en el tema. Para mí, en lo personal, la experiencia fue muy enriquecedora.

Antes que nada he de decir que soy una persona muy contradictoria. Por un lado soy algo escéptica y por otro lado quiero creer y sentir. Estoy segura de que hay energías que no vemos, que no por ellos dejan de estar allí. Pero no todo lo que brilla es oro. Esa dualidad la he tenido siempre, es parte de mí. Por ello estoy abierta a probar nuevas teorías, aunque siempre intento ir a sitios que me recomiendan o que están reconocidos por alguna asociación. Por otras experiencias, sé, que hay muchos aficionados que se dedican a este tipo de terapias alternativas y que pueden resultar un engaño.

La primera vez que fui, lo hice cómo observadora participante. En una sala había varias personas reunidas. Hay siempre una persona, que es la que constela y otra que guía la constelación. La que guía la constelación es la que tiene que tener la formación, la experiencia, además de tacto y empatía, ya que es la que dirige cómo se desarrolla el proceso. Todas las demás personas son observadoras participantes.

La persona que constela cuenta su situación y lo que quiere conseguir a través de la constelación. Después la persona que guía le pide a la que constela que escoja a una persona de la sala; que la represente a ella y que también escoja a otras que representen a las personas que están involucradas en la situación en cuestión. A las personas elegidas las tiene que colocar en el espacio.

Es allí donde las personas que representan a los involucrados, en la situación, toman por un momento el espacio de la persona representada, que en teoría perciben y externalizan su energía.

Todo esto se basa en las teorías de Bert Hellinger que hay una conciencia y un sentimiento colectivo universal y que las situaciones que vivimos tienen mucho que ver con las creencias y las formas que tenían nuestros antepasados. Es decir todos somos parte de la misma humanidad y repetimos patrones por generaciones. Según sus teorías, todos tenemos derecho de pertenecer a un grupo. Somos leales a nuestra genealogía. Vivimos de acuerdo a un orden jerárquico, en el que en escalón el que nacemos influye en el papel que desempeñamos dentro de la familia y la sociedad. Si no se respeta ese orden, entramos en conflicto.

Supongo que ir con una actitud y mente abiertas ayudan a que la las cosas se den. Pero la verdad es que me impresionó bastante algunas de las cosas que me sucedieron. Una vez me tocó representar a una persona y sentía la necesidad de acostarme en el suelo. No sé explicarlo, pero me sentía muy cansada de golpe, me pesaban las manos y quería estar acostada en el suelo. Resultó que esa persona a la que yo representaba, estaba muerta. Otra vez representé a otra persona y tenía muchísimo miedo y no podía explicar porque y resultó que esa persona en realidad era muy miedosa.

Lo que más me impactó fue que cuando yo fui la que constelé, y no por lo que pasó durante la constelación, sino por los hechos que se dieron después de hacerla. A pesar de estar más escéptica e insegura que nunca. Ya que eran yo y mi situación las que estaban en juego. Yo no creía que nada cambiaría. A pesar de haber sentido algo que yo interpreté cómo energía cuando había actuado como representante, me parecía que todo sería como un teatro. Cómo jugar a representar y que no tendría ningún impacto en mi vida a posteriori.

Pero no fue así. Las cosas cambiaron radicalmente en mi vida y bastante pronto. Sobre todo las relaciones con mi familia, en concreto con mi madre. Mucha gente me dijo que habría sido casualidad y la verdad es que podría ser, pero fue tan inmediato y tantas cosas que no pude pasarlo por alto.

Lo que sucedió después, es que cómo funcionó, quise volver a intentarlo, para lograr mis objetivos de tener un trabajo que me llenara y fuera más significativo en mi vida. Me enteré de una mujer que hacía constelaciones laborales y fui al seminario para constelar bajo su guía. Pero no fue cómo la primera vez y me quedé muy confundida con la constelación. No entendí nada, me quedaron miles de dudas y los resultados definitivamente no los vi. Quizás porque mis expectativas eran muy altas. Quizás funcionó la primera vez, ya que yo no esperaba nada y estaba abierta a lo que sucediera. No lo sé.

Lo que si tengo claro es que la experiencia es única, el estar con un grupo de personas haciendo un trabajo de constelaciones es muy enriquecedor. En general, valió la pena, por los resultados, pero sobre todo, por la sensación de estar en un grupo, en el que tus situaciones son las de todos. Yo al menos me hice consciente de que pertenecemos todos a una universalidad y que muchas veces lo que te pasa a ti, también le pasa a los demás y el poder compartirlo es bastante liberador.

domingo, 5 de agosto de 2012

Del horóscopo y sus predicciones

Según mi horóscopo, a los piscis no les gusta sentirse confinados. Eso definitivamente es verdad, a mí no me gusta nada sentirme atrapada. Soy bastante rebelde, pero según los astrólogos, los piscis no tenemos la fuerza para enfrentarnos a lo establecido. ¿Eso quiere decir? ¿que seré una aburrida administrativa, toda mi vida? ¡Que horror, me niego! Luego dice que nos refugiamos en ensoñaciones para soportarlo. No me extraña. Si estamos tan determinados por nuestras circunstancias cómo lo estoy yo, no es nada raro que nos abstraigamos del mundo, refugiándonos en nuestras ilusiones.

Pero sí, lo confieso, traté de buscar respuestas en el horóscopo y en los astros. Por lo que leí, me doy cuenta de que sí, soy una mujer piscis típica según las diversas descripciones de mi signo que he leído. Sobre todo las de Linda Goodman. Es muy buena. Cada quien puede buscar la descripción de su signo online, gratis y es bastante acertada. Al menos en mi caso y en un par más de amigos y familiares que leí que también coincidía.

El caso es que no sé si yo cómo Einstein podré remontar la corriente. Si, ya sé que exageré al tomarlo a él como ejemplo. Pero Einstein era piscis y en mi teoría TODOS somos extraordinarios. Todos podemos convertirnos en genios en algún campo si tenemos la estimulación, la motivación y sí, por que no, la suerte de que los factores nos favorezcan.

Y me da coraje, pero a veces pienso que es verdad, que soy demasiado débil para ir en contra de todo. Soy rebelde pero no sé rebelarme. Porque dejaría el trabajo, de hecho lo he hecho anteriormente. He dejado trabajos que no me llenaban o no me gustaban para buscar mis sueños. Pero cuando lo he hecho no logro encontrar un trabajo que me guste, ni realizar mis sueños. Definitivamente he buscado, he intentado diversos métodos, pero lo único que vuelvo a encontrar, es el mismo tipo de trabajo aburrido y tedioso de siempre. Sí, tiene cosas positivas lo sé, le da un ritmo a mi vida y me da para comer y sí, lo acepto también para caprichos. Pero es cómo si estuviera destinada a este tipo de trabajo. Y aunque estoy segura de que en este momento habría muchas personas que querrían estar en mi lugar, por la situación global, a mi no me llena. Mi madre siempre me dice que debería de estar agradecida de tener trabajo en tiempos de crisis. Pero yo no puedo evitar tener este sentimiento de que trabajo por nada y para nada y que se me va la vida de las manos sin poder hacer algo que de verdad tenga sentido.

sábado, 4 de agosto de 2012

De la rutina a la relajación y de vuelta


Se acaban las vacaciones y a mí me cuesta tanto empezarlas cómo acabarlas. Me doy cuenta de que cambiar mi rutina me cuesta un montón. Lo que pasa es que me es más difícil más pasar de un periodo extraordinario de relax y tranquilidad a volver a la normalidad, a despertarse temprano y estar encerrada en una oficina por varias horas, con el sentimiento de que estoy desperdiciando mi vida. De todos modos, también me es difícil desconectar y pasar de la frenética vida que tengo normalmente a estar relajada haciendo otras actividades. Ambos cambios me generan estrés.

Lo que más extrañaré de las vacaciones es poder dormir largas horas. Es irónico, ya es que una de las consignas que siempre recomienda la gente positivista cómo Josep Guardiola, el ex entrenador del Futbol Club Barcelona, para aprovechar tu vida, es que te despiertes temprano. Sinceramente yo en lo personal no le veo sentido a madrugar para hacer lo que hago. De todos modos cuando a las siete suena el despertador, me levanto, muchas veces cómo autómata. Porque es lo que toca y necesito comer, pero no por ello siento que mi vida tenga más sentido o que la estoy aprovechando más.

Anoche tomé la última cena de mis vacaciones, la luna estaba casi llena, la brisa era cálida y había un aire de melancolía en el ambiente. Di un paseo por la playa. Me espera volver a casa, volver al trabajo. No tengo nada de ganas, pensé. Mucha gente me ha dicho, “deja tu trabajo” pero no tiene caso. Porque de los trabajos que he tenido este es el mejor. La gente es agradable y me tratan bien, me pagan a tiempo y tengo buena relación con mis jefes. He estado en otros sitios que no ha sido así y lo valoro. Sí, me gustaría hacer algo más creativo q
ue le diera más sentido a mi día a día, me encantaría cantar para vivir, actuar o escribir pero esos trabajos no me han llegado aún, jajajajaja. No sé si algún día me lleguen. 

De momento esto es lo que fluye en mi vida. Es lo que tengo y no lo voy a dejar por algo que sea igual o peor. Al menos tengo este blog para desahogarme.

jueves, 2 de agosto de 2012

Del color del blog

El otro día mi mejor amiga, a la cual llamaré Pim, me comentó que los colores son muy importantes. Me dijo que debería de cambiar los colores de mi blog, ya que el negro le parece deprimente. No creo que el negro sea deprimente, es un color cómo cualquier otro y definitivamente no cambiaré el color del blog.
La razón es la siguiente. Este blog es cómo echar una ojeada a las profundidades de mi mente a la parte que permanece más oscura. Por ello la fotografía del ojo. Cómo si mirara a través de una cerradura. La verdad es que ni yo misma conozco bien las profundidades de mi propia mente y esta es una manera de conocerlas y no sé, quizás a alguien le podría ser útil.
Sí, el negro es el color del luto en nuestra cultura, aunque en otras son otros los colores que se utilizan para demostrar la tristeza cuando alguien muere. A además es un color que me encanta, es elegante y misterioso casi místico. Por eso lo escogí. También lo elegí porque me encanta dibujar sombras y siluetas en blanco y negro. Lo que más me gusta de estos dibujos es que cada quien los puede interpretar como quiera. Pienso que despiertan la imaginación.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Exigencias y juicios

A veces creo que mi búsqueda no tiene sentido. Otras, simplemente pienso que soy vana y que mi búsqueda por “brillar” y encontrar mi lugar en el mundo, es por tener reconocimiento, por hacerme escuchar, ya que no me siento escuchada ni reconocida. Pero me gustaría pensar que mi búsqueda va más allá, que persigue un bien para la humanidad, no únicamente un fin egoísta, como me lo ha hecho creer mucha gente entre las cuales están mis padres.
Creo, que si yo me doy permiso de tener éxito, y sacar a lucir mis talentos en parte estoy ayudando a los demás. Liberándolos de alguna manera. Pero no estoy segura. A veces me siento tan insegura. Me han dicho que pongo demasiadas excusas para no salir adelante, para no sacar todo mi potencial. Pero de verdad que no me doy cuenta de las excusas que pongo. Supongo que ese es mi problema. Aunque le he preguntado a la gente, ¿qué es lo que estoy haciendo mal? y las respuestas han sido. “Que te preocupas demasiado”,” Que te exiges demasiado a ti misma” “Tu eres tu peor juez” “Te juzgas demasiado” “deja de pelearte contigo misma”.
Sí es cierto. ¿Pero de dónde viene esto? ¿De dónde vienen mis exigencias?
Lo primero que me viene a la mente, cuando me hago estas preguntas, es que cuando era pequeña me hicieron algunos test de inteligencia. Irónicamente, porque no me iba muy bien en la escuela y resultó que tengo una inteligencia superior a la media. O tal vez cambiaron el test, jajajaja. No, esa es mi voz insegura. En realidad sí, parece ser, que tengo un coeficiente intelectual alto. O al menos eso dijeron los neurólogos que me hicieron el test. El caso es que cómo me lo creí, cuando era pequeña pensé que sería algo grande, importante. Me hice a la idea de que haría algo por la humanidad. Pero resulta que no he hecho nada y que me siento frustrada. Siento que estoy viendo pasar mi vida y que no consigo nada.
Sí, debería de disfrutarla, pero alucino mi trabajo. Siento que no sirve para nada,  que estoy perdiendo el tiempo. Soy administrativa, pero no lo disfruto. Tal vez esa es mi excusa.  Me siento prisionera y lo peor es que soy prisionera de una idea, de mi misma. Lo que pasa es que es verdad, todo lo que dicen; me peleo conmigo misma, me juzgo y me preocupa demasiado el desperdiciar mi vida. Aunque por mucho que me duela a mí, a la humanidad no le importa si hago algo por ella o no. Pero a mí sí me importa que mi vida tenga sentido. Lo seguiré buscando, porque quiero creer en mí.

jueves, 26 de julio de 2012

Los psicólogos y su verdad

Muchas veces los psicólogos creen tener toda la verdad. Ahora que estoy de vacaciones he tenido tiempo de relajarme y ver las cosas desde otra perspectiva. Creo que todos tenemos una parte de verdad pero es únicamente una parte. Lo mismo aplica para los psicólogos. Ellos tienen su verdad. Hice esta reflexión, después de leer varios artículos de la revista “Mente sana”
Casi todos los artículos de la revista tienen un toque positivista. Es muy bonito eso del pensamiento positivo, aceptar tu vida y verle las cosas buenas y vivir en harmonía. Los psicólogos del consultorio tienen también un enfoque parecido. Aunque en realidad no todos viven de acuerdo con lo que predican. A mí personalmente, me han tocado, algunos que no lo hacen.
El caso, es que me harta bastante el que ellos crean que tienen la verdad absoluta de su lado y me cansé de seguir pagando por un servicio que no me ha aportado lo que busco. Porque ni siquiera ellos lo saben. Siempre suelen ser muy vagos en sus respuestas. En mi amplio currículo de psicólogos, neurólogos y terapeutas, a lo largo de mi vida, únicamente puedo nombrar a una con la que estoy realmente agradecida. Bueno, quizás dos. La primera, es la que fue mi primera psicóloga. Cuando tenía seis años un neurólogo sin escrúpulos me diagnosticó déficit de atención e hiper actividad y me recetó Ritalín. El Ritalín es una droga que está catalogada cómo parecida a la cocaína. Lo que hace en pocas y llanas palabra es bloquear algunos transmisores del cerebro para que el niño se concentre en clases. Se han hecho muchos estudios al respecto y resulta más perjudicial que benigna. Esta droga ha afectado a mucha gente. Hay un video “The drugging of our children” que lo explica todo a cerca de esta pastilla, que a mí me la dieron de pequeña. Pongo el link por si a alguien le interesa. http://www.youtube.com/watch?v=26e5PqrCePk
La psicóloga con la que estoy muy agradecida, fue la que le aconsejó a mi madre que me dejara de dar esta pastilla. No creo que la vuelva a ver nunca, pero dondequiera que esté, siempre estaré muy contenta de que haya sido parte de mi infancia. No tengo forma de agradecerle, excepto tal vez, reconociendo todo el bien que me hizo.
La segunda persona, terapeuta que siento que tuvo un impacto positivo en mi vida es con la realicé mi primera constelación. Ya hablaré de las constelaciones en otra entrada, porque es un tema bastante nuevo y para mí lleno de misterio. Me gustaría profundizar más en ello. No sé si fue casualidad, pero después de dicha constelación mi vida familiar cambió para bien en muchos aspectos. Es lo más parecido a magia que me ha pasado.
Pero he visitado a un sin fin más de psicólogos y terapeutas y ningún otro me ha sabido ayudar. Por otro lado, dicen que nadie te puede auxiliar, si tú no quieres. Por eso muchos psicólogos alegan que no es malo el psicólogo sino el paciente. Pero yo no estoy de acuerdo. Creo que es un asunto de dos, cincuenta, cincuenta. Cómo en cualquier relación de dos personas. Sí, es verdad que un psicólogo puede ser excelente para ciertas personas, le puede dar resultados excepcionales a alguien y a otro no. Yo aún no he conocido a ninguno que me haya dado la clave para desbloquear mis talentos y tener éxito en la vida, que es lo que anhelo. Encontrarle sentido a mi vida. Aunque ellos alegarán que eso está en mi y que ellos no pueden hacer nada al respecto. Pero entonces, cómo no pueden hacer nada por mí, sinceramente yo tampoco tengo por qué estar pagando por un servicio que no me ayuda en nada. Y definitivamente no estoy en contra de que nadie cobre por sus servicios, pero después de haber experimentado con varios, puedo decir que para mí ha resultado una pérdida de tiempo, dinero y voluntad, en un sinfín de profesionales de este tipo, que los he consultado siempre con la misma finalidad.
Me han dicho de todo; que si soy leal a mis padres y por eso no me permito tener éxito. Que mis padres no reconocieron mis talentos cuando era pequeña y que por ello era muy difícil que yo los aceptara. Que deje de culpar a mi padres y tome mi responsabilidad en mis manos. Que persiga mis sueños y mis objetivos, pero que los deje ir, que no me aferre a ellos. Que la vida no cambia si uno no cambia, pero por otro lado dicen que la vida es un continuo cambio que aunque no quieras cambiar, la vida te cambia. Total, todo lo que dicen parece tan contradictorio y sí, a veces tiene sentido. ¿O será que le quiero encontrar sentido y en realidad no lo tiene? Luego dicen, para justificarlo todo, que hay que encontrar un balance. Bueno, pues si eso es la clave, ¿por qué no lo dicen así desde el principio? y te ayudan a encontrar el dichoso balance. Pero no, únicamente te dicen lo que haces mal y resulta que todo lo haces mal y después para acabar de rematar, te dicen lo maravillosa que es tu vida, en mi caso, mi vida laboral, aunque uno no sea capaz de verlo.
En fin, de los psicólogos he aprendido eso, que no aprecio lo suficiente lo que tengo, pero tampoco me han dado una solución, ya sea para aceptarla cómo es, o las herramientas para cambiarla. No me queda claro si tengo que resignarme con lo que tengo, o luchar por conseguir mis sueños. Supongo que algunos me dirían que es un poco de ambas, pero volvemos a lo mismo; el balance, que si alguien sabe cómo encontrar, pues me podían pasar el tip. Por lo pronto yo descarto los psicólogos, aunque seguiré probando otras alternativas y otras formas para encontrarle sentido a mi vida.

viernes, 13 de julio de 2012

¿De dónde sacas fuerzas cuando todo perece perdido?

Dicen, que cuando el universo te cierra una puerta, te abre una ventana. Pero a veces cuesta un montón darte cuenta de que , eso que tú crees que  es más oscuridad, es en realidad la dichosa ventana.
Sí, yo sé mucho de eso, a mí se me han cerrado un montón de puertas. Me han rechazado cómo actriz varias veces, cómo escritora otras tantas y cómo cantante también. También me han rechazado de otros ámbitos. Siempre soy demasiado tímida, demasiado inocente, demasiado joven o vieja, demasiado pequeña etc. Nunca soy exactamente lo que están buscando, excepto cuando  no es lo que yo estoy buscando, entonces sí que encajo.
Esta semana se me cerró otra “puerta”, rechazaron mi libro por millonésima vez. Aunque esta vez yo quería creer que iba a funcionar. Por un lado se me cayó el mundo, entonces me entraron un montón de dudas de si soy buena o no. De si estoy haciendo lo correcto o no. En este momento tengo  un montón de confusión, mucha desesperación y ansiedad. ¿Por qué la energía no me favorece? ¿Porque siento que siempre voy en contra de la corriente? ¿Mi vida no fluye? ¿O soy yo la que no la deja fluir? ¿Y si es así cómo podría hacerla fluir?. Porque dejarme llevar por lo que sí tengo,  me suena bastante a rendirse y definitivamente no disfruto lo que hago. No me extrañaría que allí estuviera la respuesta. Pero me molesta demasiado la idea de tener que disfrutar lo que sí fluye en mi vida, cuando no me gusta en realidad. Sí, cómo ya lo he dicho antes, soy muy rebelde y muchas veces pienso que es allí donde tengo que cambiar. Pero de verdad me suena a mediocridad y a fracaso. Aunque por otro lado es en lo único que no estoy fracasando por muy irónico que suene. Muchas veces siento que mi vida está llena de contradicciones. Cuando era pequeña  siento que me obligaron a ser lo que no era y ahora que soy lo que ellos (mis padres, mis maestros y la sociedad) querían, ahora es muy difícil saber quién soy y hacia donde quiero ir yo.
Quizás mi ventana está en el fracaso, pero de momento no logro verla y la rendición, aunque es la única vía que veo, no me acaba de convencer.
Tengo mil preguntas y tal vez ni una respuesta, aunque en teoría están dentro de mí. Me es muy difícil verlo. Lo que está claro es que si algún día quiero volar, ahora tengo que curar mis alas rotas. Mi problema es la impaciencia. Aún no están curadas mis alas y trato de volar y se vuelven a romper.
 En fin, que estoy hecha un lío.