Buscar este blog

miércoles, 1 de agosto de 2012

Exigencias y juicios

A veces creo que mi búsqueda no tiene sentido. Otras, simplemente pienso que soy vana y que mi búsqueda por “brillar” y encontrar mi lugar en el mundo, es por tener reconocimiento, por hacerme escuchar, ya que no me siento escuchada ni reconocida. Pero me gustaría pensar que mi búsqueda va más allá, que persigue un bien para la humanidad, no únicamente un fin egoísta, como me lo ha hecho creer mucha gente entre las cuales están mis padres.
Creo, que si yo me doy permiso de tener éxito, y sacar a lucir mis talentos en parte estoy ayudando a los demás. Liberándolos de alguna manera. Pero no estoy segura. A veces me siento tan insegura. Me han dicho que pongo demasiadas excusas para no salir adelante, para no sacar todo mi potencial. Pero de verdad que no me doy cuenta de las excusas que pongo. Supongo que ese es mi problema. Aunque le he preguntado a la gente, ¿qué es lo que estoy haciendo mal? y las respuestas han sido. “Que te preocupas demasiado”,” Que te exiges demasiado a ti misma” “Tu eres tu peor juez” “Te juzgas demasiado” “deja de pelearte contigo misma”.
Sí es cierto. ¿Pero de dónde viene esto? ¿De dónde vienen mis exigencias?
Lo primero que me viene a la mente, cuando me hago estas preguntas, es que cuando era pequeña me hicieron algunos test de inteligencia. Irónicamente, porque no me iba muy bien en la escuela y resultó que tengo una inteligencia superior a la media. O tal vez cambiaron el test, jajajaja. No, esa es mi voz insegura. En realidad sí, parece ser, que tengo un coeficiente intelectual alto. O al menos eso dijeron los neurólogos que me hicieron el test. El caso es que cómo me lo creí, cuando era pequeña pensé que sería algo grande, importante. Me hice a la idea de que haría algo por la humanidad. Pero resulta que no he hecho nada y que me siento frustrada. Siento que estoy viendo pasar mi vida y que no consigo nada.
Sí, debería de disfrutarla, pero alucino mi trabajo. Siento que no sirve para nada,  que estoy perdiendo el tiempo. Soy administrativa, pero no lo disfruto. Tal vez esa es mi excusa.  Me siento prisionera y lo peor es que soy prisionera de una idea, de mi misma. Lo que pasa es que es verdad, todo lo que dicen; me peleo conmigo misma, me juzgo y me preocupa demasiado el desperdiciar mi vida. Aunque por mucho que me duela a mí, a la humanidad no le importa si hago algo por ella o no. Pero a mí sí me importa que mi vida tenga sentido. Lo seguiré buscando, porque quiero creer en mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario