Buscar este blog

viernes, 16 de marzo de 2012

De mi forma de ser y el parecido con mi padre

El reconocer a mi madre celestial fue más fácil que reconocer a mi padre. Con ella siempre he tenido una relación en mis sueños y en cambio él quedaba relegado a otro plano. También me hablaba de vez en cuando y únicamente en sueños. Pero él elegía momentos de ensoñaciones más profundas para hablarme y no solía recordarlos a la mañana siguiente. Mi madre en cambio se saltaba las reglas de los dioses y me hablaba. Me contaba de su mundo en penumbra, de cómo extrañaba  la belleza de las flores y el calor del sol. En sueños me enseñaba su mundo. A ella la recuerdo desde que era muy pequeña. Pero también me reconozco en mi padre cómo también conozco las profundidades y los beneficios del mar. Sé que mi penetrante rebeldía se la debo a él. Mi desapego a este mundo, el romanticismo de mi alma. Mi enorme sentido de la organización, mi creatividad además de mis rabietas.  Soy un poco cómo el mar en tormenta, aunque después siempre viene la calma. Estoy profundamente ligada al oceano, pero también a las tinieblas de la tierra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario