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martes, 18 de septiembre de 2012

Déficit de atención

Ayer estaba viendo un programa que en Barcelona es muy popular y  serio. Se llama “30 Minuts” y siempre tocan temas de actualidad.  Esta vez la trama eran los niños con déficit de atención y dislexia. Lo que me pareció terrible, fue la forma en la que abordaron el “problema” diciendo que se había de  descubrir, diagnosticar, y desde luego medicar a estos niños “problemáticos”.
 En primera  me parece que vamos cómo veinte años atrasados, en relación con varios países en los que se ha visto los efectos negativos de este tipo de medicación.  En concreto del Ritalín, aunque hay muchos otros medicamentos  similares igual de nocivos,  ya en muchos  países se evita drogar a los niños.
Lo que pasa, es que el problema en realidad  son los padres intolerantes, con poco tiempo y menos información, las escuelas inflexibles que crean ladrillos autómatas en la pared en vez de personas, la sociedad consumista  y desde luego las farmacéuticas avariciosas.
Habría que ser más consientes y darnos cuenta que no todos los niños son iguales y no todos sirven para lo mismo. Pero muchas escuelas pretenden crear autómatas que se estén quietos en clase, que hagan exactamente lo que se les dice y que no le den problemas a los profesores.  Los padres no tienen tiempo suficiente para  sus hijos y los niños pasan muchas horas en el colegio. En comparación con otros países, España es uno de los que más tiempo están los niños en el colegio. Pasan entre ocho y diez horas en el las instalaciones educativas. Sí, desde luego que tienen menos horas lectivas que eso, de cuatro a cinco más o menos. Pero mi punto es que pasan demasiadas horas fuera de casa. Los profesores quieren niños que se estén quietos, sentados y atentos. Si el niño se sale de esos parámetros, les da problemas. Entonces no les va bien tener un niño así en su aula.  Y cómo no, hay una pastillita que es una droga, ni más ni menos, que los atonta y hace que durante varias horas, se puedan estar tranquilos en un mismo lugar.
Lo que no se dan cuenta, es que más que una solución, es un problema. El Ritalín inhibe el cerebro. Tapa ciertos neurotransmisores y es peligroso. Hay casos en los que ha provocado la muerte de quien lo consume. Aunque lo normal es que te quite el apetito y te haga sentir más cansado y apático que de costumbre, lo sé porque a mí me la dieron de pequeña. El daño en realidad para la mayoría de las personas es a largo plazo. Crea adicción y es una sustancia que tu cuerpo definitivamente no necesita. No es cómo una vacuna, que si te la ponen evita que te enfermes, o cómo un antídoto que te cura de alguna bacteria. El Ritalín no cura nada, únicamente te droga y te deja atontado por varias horas. Ya en otra entrada en este blog hablo de lo nociva y peligrosa que es esta droga. Lo adjunto por si a alguien le interesa.
De hecho creo que esta sociedad abusa de las pastillas y las drogas. Estoy de acuerdo en que la medicina ha avanzado y hay que aprovecharla, pero muchas de las pastillas que tomamos son basura química que metemos en nuestro cuerpo y que más que beneficiarnos nos hace daño a la larga.
En mi opinión todo esto del TDAH es un invento de las farmacéuticas para catalogar a niños que tienen otras aptitudes que las de estudiar y así poder vender sus drogas. No sé si muchos padres saben, que el Ritalín está catalogado igual que la cocaína.  Pero esto no lo dice ni el médico ni la prescripción.
Lo que pasa es que me doy cuenta que para muchos padres el que diagnostiquen a sus hijos con déficit de atención, es un gran alivio. Muchos padres al decirles que su hijo tiene una "enfermedad" descanzan. Porque es cómo darle una justificación. Entonces sus hijos no son ni tontos, ni malos, simplemente están enfermos. Pero si profundizaran se darían cuenta de que no son ni tontos, ni malos y que tampoco están enfermos, que son simplemente diferentes a los demás y que si tuvieran un ambiente apropiado, podrían desarrollarse plenamente. Pero las instituciones los rechazan y los marcan por esta diferencia. Y eso es un problema porque nos han enseñado siempre, que la educación escolar es lo más importante, cuando en realidad el sistema educativo está anticuado y no es apto para todos. No son los niños los que no son capaces. Es la educación cerrada de las escuelas la que no se adapta a todos los niños.
El problema es que no hay muchas escuelas alternativas y las que hay suelen ser privadas y caras. Para una familia de clase media normal, en la que ambos padres trabajan, lo más sencillo es llevar a sus hijos al colegio público que les quede cerca. Porque es lo más cómodo  y barato. Lo que pasa es que no es lo más adecuado para ciertos niños que son más inquietos y necesitan otro  tipo de educación. Muchas veces los profesores y las instituciones amenazan con que si no se medica al niño lo echarán de la escuela. El panorama es bastante desalentador.
¿La alternativa?
La educación en casa es primordial, pasar tiempo con los niños. Sí, la sociedad nos obliga a llevaros a la escuela y no nos da muchas opciones. Pero si  nos tomamos el tiempo para estar con ellos, de educarlos, escucharlos, quizás que vuelvan a comer a casa. Les damos su espacio y los respetamos, puede que respondan mejor que con gritos, violencia e indiferencia. El tener tiempo  para dedicarles y darles  la libertad que necesitan, para jugar, crear y desarrollarse. Darles una buena alimentación,  que es esencial para el buen desarrollo de cualquier ser humano. A veces un buen psicólogo ayuda bastante.
Pero sobre todo estar atentos, porque los niños que tienen otras aptitudes, quizás no sirvan para estar muchas horas sentados en un aula. Pero pueden tener dones maravillosos que podríamos no estar considerando y peor aún inhibiendo con drogas y actitudes negativas y ese genio en potencia podría convertirse en algo  muy negativo, por no haberle dedicado  suficiente tiempo y amor. Cualquier alternativa positiva, es mejor que drogar a nuestros niños.