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jueves, 22 de marzo de 2012

Ares


Ares, es uno de mis familiares divinos, concretamente el dios de la guerra. Por alguna razón que desconozco, anoche se me presentó en un sueño. No puedo recordar que quería. Normalmente recuerdo bien mis sueños, pero de  esté únicamente recuerdo que de alguna manera él quería hacerse presente en mi vida y creí conveniente hablar de él por este medio. En realidad no recuerdo nada de lo que me dijo aunque sé que hablamos. Pero es mejor que le haga caso en lo poco que me acuerdo. A veces los dioses hacen ese tipo de cosas.  Pero hay que considerarlos, al fin y al cabo son familia.

De mis poderes

Sé que tengo poderes, soy consciente de que hay una fuerza muy grande dentro de mí. Pero aún no soy capaz de expresarla. Con el maleficio de Hades, mis dones quedaron bloqueados justo en el esternón, donde se encuentran el esófago y el estómago. Sé que están, los siento, y van a todos lados conmigo. Pero debido al hechizo, aún no soy capaz de externalizarlos, no sé si lo lograré algún día. A veces me queman por dentro, como si fueran a explotar mis entrañas, pero hasta que no se rompa el sortilegio no se materializarán. Es difícil de explicarlo, pero sé que están allí.
Lo bueno es que al ser humana, mis poderes que son fuera de este mundo, podrían actuar en mi contra. Por lo tanto el hecho entonces de que estén consignados en mi interior, ha contribuido a mi seguridad.
Soy semidiosa, mi escancia es inmortal y poderosa, pero mi cuerpo es humano. Sé que en el fondo soy capaz de hazañas increíbles, pero aún no conozco del todo mi poder. De momento tengo que aceptar que soy un poco prisionera de este cuerpo humano.

martes, 20 de marzo de 2012

De la relación de mis padres

Si es que se puede llamar así. Más bien idilio o amorío de una noche.
Tal vez no debió pasar. Tal vez todo fue un error del destino. O quizás estaba por allí Eros y quiso jugarles una a mis padres. El caso es que todo esto llevó a que yo fuera creada. Las imágenes de lo que pasó me las han enseñando ellos en sueños y por eso lo tengo tan presente. He visto las imágenes, desde la perspectiva de ella y desde la de él.

Comenzaba la primavera, por lo que Deméter daba una fiesta para festejar que su hija, mi madre, volvía a casa después de 6 meses en el inframundo. Poseidón, había perseguido a Deméter durante mucho tiempo y ella lo había rechazado en más de una ocasión.
Esa noche, en un palacio al lado de la playa  Deméter había invitado a unos cuantos amigos selectos, mientras Poseidón estaba fuera al acecho. Entonces vio a mi madre, su sobrina. Ella estaba en uno de los balcones, contemplando las estrellas. Era una noche preciosa, de esas en la que el frío no acaba de irse, pero el calor ya se hace presente. Ella llevaba un vestido del color del manto celeste, con brillos, faldas amplias y un generoso escote en la espalda.
Él parecía ausente mientras caminaba por la playa. Siempre me ha gustado ver su imagen, piel bronceada, ojos claros, pies descalzos y brazos fuertes.
Todo daba la impresión de que estuviera preparado para el encuentro, a pesar de que en realidad ninguno de los dos lo esperaba ni lo buscaba. El mar estaba en calma, la brisa era suave casi cálida y el agua reflejaba los miles de astros haciendo que la luz se multiplicara.
Y en este ambiente tan romántico, se amaron con la complicidad del paisaje.
Todo parecía tan mágico que de verdad no me extrañaría que Eros hubiera estado por allí. Pero yo nunca lo he visto y dudo que ellos lo vieran.
Después de esa noche no se han vuelto a ver. Pasados unos meses, ella tuvo que volver al inframundo y la cólera de Hades fue terrible. Me odió desde el primer momento. Mi madre temiendo por mi bienestar, me escondió en el vientre de mi madre mortal.
Pero Hades no desistió se sentía traicionado y me buscó por todos los confines de la tierra. Cuando me encontró, por medio de un conjuro me maldijo. Si no hubiera sido por la maldición de Hades, las cosas serían distintas. Pero en el fondo de alguna extraña manera esa maldición me ayudó, ya que debido a ella quedaron bloqueados mis poderes y esto me ayudó a pasar desapercibida cómo humana. El día en el que rompa el conjuro, si es que puedo, y pueda hacer uso de todos mis poderes, no sé qué pasará, aún lo estoy averiguando.